Curiel guía al novato Pontellas

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Tercera División El entrenador vigués defiende la ambición de su joven plantel

10 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

José Luis Curiel (Vigo, 1970) es un personaje de sobra conocido en los círculos del balompié vigués e idolatrado en Pontellas, donde portó la batuta técnica en varios de los éxitos de mayor relumbrón del club porriñés.

Atrás quedan sus inicios en la base del Rápido Bouzas, entidad en la que entró con seis años y se pasó dos décadas, hasta convertirse en estandarte de su primera plantilla. También vistió la camiseta del Lalín, Grove y Gondomar, donde debutó como entrenador de un equipo sénior. Antes se había bregado con las divisiones inferiores del cuadro del Pujales, en el cual tuvo un diamante en bruto que respondía por el nombre de Iago Aspas: «Vino cedido por mediación de Maté, porque no quería jugar en la Liga Nacional juvenil y lo hizo con nosotros en División de Honor. Fue un punto de inflexión para él, porque cuando regresó al Celta se convirtió en un referente en cada categoría».

Curiel celebró su primer ascenso en Pontellas, al subir a la Preferente en el año 2006 y, tras una década, inició una segunda etapa que lo empujó otra vez desde el fútbol provincial al histórico ascenso a Tercera: «Cogimos una plantilla veterana y con poco recorrido, pero de mucha calidad. La fuimos renovando poco a poco, con jugadores jóvenes que yo conocía bien y creo que hemos formado un grupo fuerte y ambicioso, aunque no tenemos un nivel económico para convencer a muchos de los futbolistas del mercado».

Entre medias, José Luis trabajó en las canteras del Celta y el Areosa, así como en el pujante Atios y un Alondras al que dirigió en el nivel nacional. Hasta se vio obligado a un paréntesis para quedarse más tiempo en casa: «Tuvimos mellizos y había ocupaciones más importantes que las del fútbol, aunque sabía que terminaría volviendo».

En Pontellas está implicado al cien por ciento en un proyecto que lo ilusiona: «Sabemos lo que somos, pero dentro de nuestras limitaciones somos ambiciosos. Míchel debuta como preparador físico y Yago González colgó las botas para convertirse en segundo entrenador. Tenemos una forma de jugar atractiva y eso anima a que cada vez venga a vernos más gente».

Y aun así, Curiel se viste de guerrillero a la hora de hacer frente común con la presidenta Marta Costas, porque el sintético de San Campio 2 no es el escenario idóneo para el crecimiento de su estructura deportiva: «El campo de arriba sería idóneo para nosotros, está claro que un club como este no puede ocuparse de los cuidados necesarios en un terreno de hierba natural, además, la Diputación ha potenciado sintéticos de última generación en muchas poblaciones y nosotros hemos hecho méritos para que nos ayuden. Nuestro siguiente paso tiene que ser el de potenciar la base y unas instalaciones renovadas son clave».

Pese a que los vecinos Atios y Porriño Industrial se han quedado atrás en la categoría inferior, el entrenador tiene la sensación de que «el Pontellas sigue siendo el tercer equipo del municipio, quizás sea porque el ascenso ha sido más rápido de lo que cabría esperar, pero es un club que se ha ganado algo más».

Centrándose en el apartado meramente competitivo, Curiel nunca dudó de las posibilidades del grupo humano al que está entrenando: «Perdimos los dos primeros partidos y, aun así, insistí a los jugadores en que estábamos en el camino correcto, solo faltaba ajustar algún error infantil que no podíamos volver a cometer». A partir de ahí, enlazaron tres empates y dos victorias, sus primeros nueve puntos en la categoría. El técnico cree que totalmente merecidos: «Salvo en A Estrada, contra el que siempre nos ha costado mucho desde la Preferente, el resto de partidos los dominamos en muchas fases de los mismos. Sabemos que nuestro nivel tiene que subir, porque esta es una liga muy interesante y competida, pero tenemos jugadores que quieren llamar la atención en Tercera».