Los cuidadores de barrio dejarán el 31 de hacer más de 100 servicios al día

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Fundación Érguete y Concello trabajan en la firma de un nuevo convenio

10 oct 2019 . Actualizado a las 14:06 h.

El servicio de cuidadores de barrio que desarrolla Érguete con el auspicio del Ayuntamiento finalizará su actividad el 31 de este mes. Una vez más, cientos de mayores de la ciudad se quedarán temporalmente sin este programa que se ha convertido en una ayuda imprescindible en su vida diaria. La actividad se verá interrumpida hasta que el Ayuntamiento firme un nuevo convenio con Érguete para reanudarlo.

El parón se puede prolongar durante meses, el tiempo que el Ayuntamiento necesite para activar la partida económica en sus presupuestos.

El último convenio finalizó en octubre de 2017 y no fue hasta marzo de 2018 cuando los cuidadores volvieron a salir a la calle para atender a los vecinos después de recibir un período de formación. En el año 2013 llegó a estar suspendido por un período de ocho meses debido al retraso que hubo en la aprobación del presupuesto, lo que provocó una oleada de quejas de los usuarios.

La directora de la Fundación Érguete confirmó ayer que están trabajando con el Ayuntamiento para la firma de un nuevo convenio, pero por el momento no hay fecha para la reanudación del servicio una vez que finalice el contrato el último día de este mes. Este servicio tiene un coste para las arcas municipales de 540.000 euros anuales, aunque existe la voluntad municipal de ampliarlo en vista de su excelente acogida entre la ciudadanía.

La concejala de Marea, Oriana Méndez, abogó ayer porque exista una continuidad y la conclusión del contrato no suponga un parón en este programa de acompañamiento a personas mayores. «Tememos que o que o estea realmente buscando o goberno municipal sexa anunciar por todo o alto o reinicio deste servicio nuns meses porque esta maniobra xa se ten feito nos últimos anos», afirma.

Marea demanda además que el programa de ayuda se gestione directamente desde los servicios sociales. Oriana Méndez considera que las unidades de trabajo social pueden poner en marcha una selección transparente y ofrecer formación a los cuidadores. De esta forma, se garantizaría un funcionamiento continuo, sin interrupciones por obligaciones administrativas. «No precisamos convenios cando a administración ten xa profesionais dedicados a estas tarefas», añade la concejala de la oposición.

Mientras tanto, las 47 personas que cumplen la función de cuidadores de barrio agotan sus últimos días de trabajo. Realizan una media de un centenar de servicios al día. Durante el 2018 llevaron a cabo más de 31.000 acciones, de las que 14.576 fueron acompañamientos y el resto asuntos relacionados con información o limpieza.

Funciones

Entre sus tareas, figuran el acompañamiento a citas médicas, farmacia, banco, ayuda con la medicación y, en general, recados para resolver asuntos de primera necesidad o trámites en las administraciones que les resultan farragosos. Muchas personas tienen problemas de movilidad y deben enfrentarse a barreras arquitectónicas hasta en su propia casa porque residen en edificios antiguos que no cumplen las normas de accesiblidad. En estos casos, la ayuda de los cuidadores de barrio también resulta muy importante.

Por lo tanto, la paralización de esta actividad pondrá en una situación delicada a cientos de personas que dependen en gran parte de estos cuidadores. Estos trabajadores también recogen muchas quejas o sugerencias de los vecinos sobre el estado de la vía pública y las trasladan al Ayuntamiento.

Ámbito de actuación

Su zona de actuación es es el Casco Vello, Torrecedeira, Bouzas, Coia, Traviesas y el Calvario en horario de mañana y tarde. La mayor parte de los beneficiarios son personas de más de 60 años. El perfil promedio que se vale de esta ayuda es una mujer entre los 70 y 100 años que vive sola. El Concello estima que hay unos 350 usuarios asiduos, que suelen requerir una atención constante de estos trabajadores. El servicio no solo beneficia a las personas mayores que viven solas y que necesitan ayuda en razón de su edad o por motivos laborales, sino que también facilita la inserción laboral de los cuidadores.

Los beneficiarios demandan agilizad en los trámites para la firma del próximo convenio y que no se queden sin este servicio durante un período prolongado de tiempo, dado que se ha convertido en algo imprescindible. El gobierno municipal trabaja en los presupuestos de 2020 y ha sido el primero en remitir un avance a Hacienda.