La viguesa Elena Mantilla, en la cúpula de la sanidad de Madrid

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

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La hija del expresidente del PP local se convierte en directora general del Gobierno de Díaz Ayuso

05 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha nombrado a la viguesa Elena Mantilla (38 años) directora general de Inspección y Ordenación Sanitaria, un alto cargo de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid que vela por la seguridad de los establecimientos y servicios farmacéuticos, que autoriza la apertura de centros y que tiene a su cargo la inspección médica.

Elena Mantilla, hija del expresidente del PP vigués Carlos Mantilla, es auditora de cuentas, pero ahora entra en el mundo sanitario. «Lo más importante es la salud», dice, «por eso este nombramiento del consejero Enrique Ruiz Escudero es la ilusión de mi vida». Dentro de su ámbito de gestión, Mantilla se ha marcado el objetivo de sacar adelante esta legislatura una nueva ley de farmacia de la comunidad. También quiere implantar un programa de auditorías en los hospitales para verificar que cumplan los objetivos que se marcan. La Consejería de Sanidad madrileña maneja un presupuesto de 8.100 millones de euros.

Mantilla es licenciada en Administración y Dirección de Empresas y también en Investigación y Técnicas de Mercado y Márketing; «y tengo el grado medio de piano, que me llevo doce años sacarlo», reivindica. Trabajó como auditora en la consultora KMPG y desde ahí dio el salto al Ministerio de Fomento, cuando al frente estaba Íñigo de la Serna, en el gobierno de Rajoy. Allí fue directora económica y financiera de la Sepes, la empresa pública del suelo.

En el 2017 montó la oficina del cargo popular, con la que Mariano Rajoy pretendía combatir la corrupción en el PP. Velaban por el cumplimiento de la normativa. Hace un mes dejó ese órgano interno para pasar al Gobierno de Madrid.

La nueva directora general está en la ejecutiva del PP del distrito de Moncloa-Aravaca. Lleva en esa agrupación desde el 2000. «Empecé al mismo tiempo que Pablo Casado, tenemos una estrecha relación de amistad», dice sobre el presidente del PP. Pero también ejerce un poco de viguesa: «Vuelvo cada tres semanas y en todos los puentes».