El primer veloláser en Rande multa a decenas de conductores a más de 80 km/h

c. punzón / m. torres VIGO / LA VOZ

VIGO

Ana Garcia

La DGT ha detectado un aumento de la velocidad en el puente con la renovación de asfalto y la ampliación

06 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Es la primera vez que se coloca un dispositivo de ese tipo en el puente de Rande. Un veloláser, el minirradar indetectable de la Dirección General de Tráfico (DGT), cazó ayer a decenas de conductores circulando a más de 80 kilómetros por hora por el paso elevado sobre la ría. El aparato portátil estuvo funcionando durante cinco horas y su presencia se extendió como la pólvora por las redes sociales. Tal es así, que al cabo de unas horas fue perdiendo eficacia, según detectó Tráfico.

El tramo elegido no fue casual. La DGT ha comprobado que, tras las obras de ampliación y la renovación del asfalto, los conductores imprimen más velocidad a sus vehículos cuando cruzan el puente. Por eso ayer muchos cayeron como moscas al no percatarse de la presencia del velocímetro.

Antes de la inauguración estaba previsto pasar de 80 a 90 kilómetros por hora la velocidad máxima autorizada, pero los responsables de Tráfico dieron marcha atrás para evitar que los usuarios se acostumbren a pisar el acelerador más de la cuenta. En los túneles de Candeán y de A Madroa, sí se autorizó un aumento de 90 a 100 kilómetros por hora la velocidad máxima. En este tramo funciona un radar de tramo que calcula la velocidad por el tiempo empleado en recorrer el tramo controlado. Caza a una media de 45 conductores cada día.

No será la última vez que el veloláser vuelva a funcionar en el puente de Rande. Las patrullas de la Guardia Civil son las que se encargan de su manejo, por lo que su colocación es completamente impredecible. Pueden llegar a cambiar la posición de control cada hora y media o dos horas. Otras ubicaciones frecuentes de este dispositivo móvil son la AP-9 a su paso por la Avenida de Buenos Aires y los kilómetros 29 y 30 de la A-55 en dirección a O Porriño, a la altura de Tui.

En Rande complementa la labor del Pegasus, el helicóptero de la Policía Nacional que realiza labores de control situándose a la altura de Domaio y enfocando su rádar aéreo hacia este paso elevado. La ampliación ha hecho pasar a la historia los frecuentes atascos que se producían durante el éxodo masivo de miles de vigueses a las playas de O Morrazo.

Tráfico ha detectado que con la incorporación de los dos nuevos carriles el tráfico se autorregulado de forma óptima en las salidas hacia Cangas o Pontevedra.

Los controles de velocidad ayudan a prevenir accidentes mediante la colocación por sorpresa de este nuevo dispositivo, que es más difícil de detectar.