Tres colegios inician el curso cercados por las obras en la carretera provincial

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

El vial solo tiene un carril en funcionamiento y máquinas y palés inundan la zona

30 ago 2019 . Actualizado a las 00:18 h.

Llegar a los colegios San José de Cluny, San Fernando y Lope de Vega, los tres en el entorno de la carretera provincial, constituye una carrera de obstáculos a solo cuatro días de que comience la actividad escolar con los exámenes de septiembre y a poco más de una semana del inicio del curso. Las obras en el vial reabauizado como calle Emilia Pardo Bazán comenzaron hace un año, pero ahora toda la zona está levantada y taladrada por preforadoras. Tiene solo uno de los dos carriles en funcionamiento y los aparcamientos que se encuentran a ambos lados se han suprimido mientras se trabaja.

Los padres de alumnos de los tres centros educativos, que se encuentran muy próximos entre sí, en un radio de menos de un kilómetro, lo tienen realmente complicado.

Veinte palés con montañas losetas y dos máquinas se encuentran acantonadas en la entrada principal del colegio San José de Cluny. El director del centro concertado, Emilio González, va a pedir que se retiren estos obstáculos antes del próximo lunes, día en que comienzan los exámenes de recuperación en secundaria. También tienen esa fecha para los exámenes en el colegio San Fernando, situado en la Baixada a la Salgueira, una de las bocacalles de la carretera provincial que desemboca en Mantelas, que durante el curso pasado se encontraba también en obras. La bajada se estrecha por las edificaciones que tiene a los lados con lo que apenas hay un mini carril para circular cediendo el paso.

El director de San José de Cluny explica que «el año pasado nos reunimos con el Concello y a estas alturas la obra debía estar acabada. Pero empezó más tarde de los previsto y los trabajos en el entorno comenzaron en verano con muy poco personal», explica.

La obra fue contratada por la Diputación y el Concello. Salió a licitación por 2,8 millones y fue contratada a Covsa por dos millones. Esta ha subcontratado trabajos con el grupo portugués Barmonta. La primera piedra se puso el 24 de septiembre del año pasado ya que se fue demorando el inicio.