Un estudio del Gobierno alerta sobre la llegada de plásticos a la playa de Rodas

a. Gerpe / B. Costa RIBEIRA / LA VOZ

VIGO

MONICA IRAGO

El Parque Nacional das Illas Atlánticas incide en el control de mercadillos y botellones

23 ago 2019 . Actualizado a las 11:18 h.

El Ministerio para la Transición Ecológica tiene un programa de seguimiento de basuras marinas en todo el territorio que, en la franja atlántica norte, incluye nueve playas del País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Las correspondientes a esta comunidad autónoma son las de Rodas, en las islas Cíes, y A Lanzada.

El trabajo de campo consiste en realizar varios muestreos anuales por estaciones. Según los datos del informe 2013-2018, el promedio de objetos encontrados en cada campaña ascendió a 781 en Rodas, siendo el más elevado de los nueve arenales atlánticos, y a 589 en A Lanzada, que ocupa el cuarto puesto.

El estudio refleja en sus conclusiones que los objetos de plástico son los más frecuentes en todas las épocas del año y, lo más preocupante, que la proliferación de fragmentos no identificados, de entre 0 y 2,5 centímetros, tienen una línea ascendente en los últimos años.

Por su parte, la aparición de botellas sigue un patrón decreciente, mientras que tapas, tapones o corchos, cabos, cuerdas o envases de chucherías experimentan una tendencia estable.

Medidas de protección

Un espacio tan sensible como el Parque Nacional Illas Atlánticas cuenta con fuertes medidas de protección para salvaguardar su diversidad, pero la proliferación de residuos, como los plásticos, constituyen una poderosa amenaza. Por ello, el pasado ejercicio se puso en marcha la Red para a Recuperación dos Ecosistemas Mariños, cuya labor continúan desarrollando el Colexio Oficial de Biólogos de Galicia, el Centro Oceanográfico de Vigo y el Parque Illas Atlánticas. Una de las funciones de este equipo multidisciplinar, que cuenta con la participación de todo tipo de colectivos, es la localización de espacios de generación de basura en el territorio y, entre la diversidad de puntos potenciales se pone de relieve la necesidad del control de plásticos en mercadillos y botellones, sin olvidar negocios, factorías u otro tipo de actividades próximas al mar.

En el caso de las ferias ambulantes, la mayoría de las que se realizan en el ámbito de influencia del parque tienen lugar en áreas portuarias. El riesgo, comentan los expertos, radica en la utilización de bolsas muy ligeras que vuelan con facilidad y acaban en el mar. A mayores, se rompen en infinidad de fragmentos y pasan desapercibidas en el agua, con lo que acaban siendo ingeridas por los animales.

Esta imagen, por ejemplo, es habitual tras el mercadillo de Ribeira, donde la empresa de limpieza ha puesto en práctica varias iniciativas para favorecer su recogida. Por su parte, en Cambados se efectuó una campaña de sensibilización. El empleo vasos, platos o cubiertos no reutilizables en fiestas o botellones constituye otro de los problemas a atajar y, en este sentido, en algunos municipios ya se están tomando medidas.

En la fiesta del Albariño celebrada a principios de mes en Cambados se colocó una barrera anticontaminación en el paseo marítimo. En la Festa do Marisco de O Grove, por su parte, apuestan desde hace años por el menaje reutilizable.

La bióloga Saleta González, coordinadora del proyecto de recuperación de los ecosistemas marinos en el parque Illas Atlánticas, insiste en que la erradicación de estos residuos «es una tarea que nos compete a todos». También advierte de que no debe poner el foco solo en lo que sucede en los espacios costeros: «La basura marina tiene un importante punto de origen en los ríos». Sobre el impacto de los plásticos, explica: «Su descomposición está pasando a la cadena alimenticia, lo que todavía se desconoce es el impacto real en las personas. Además, estos plásticos actúan como transportadores de contaminantes, porque su composición favorece que muevan otros elementos químicos».

Sobre el plan de acción que se desarrolla en el Parque Illas Atlánticas, manifiesta que «existe una buena respuesta del sector implicado, se están buscando soluciones. El problema radica en la falta de localización de los puntos de emisión».