El turismo dispara las ventas de la lotería de Navidad en Vigo en pleno verano

jorge pereira VIGO / LA VOZ

VIGO

CARLOS IGLESIAS

La Porta do Sol, que despachó un décimo del último gordo, agota varias terminaciones

14 ago 2019 . Actualizado a las 14:05 h.

Cualquiera diría que comprar décimos del Sorteo Extraordinario de Navidad en pleno agosto es prematuro, pero la realidad es otra. Muchos ya están aprovechando sus vacaciones en Vigo para buscar y, con suerte, afianzarse cuanto antes el hipotético boleto premiado del 22 de diciembre. No estamos ante adivinos o videntes, como los que se ven en las campañas publicitarias, sino ante casos de intuición aventurera.

«Este año la gente compra décimos con más alegría», asegura el lotero José Luis Domínguez en la administración de la Plaza de Compostela. El vendedor pudo comprobar el renovado entusiasmo cuando cerró la venta de dos billetes, de diez décimos cada uno, por una suma de 400 euros. Asegura que hace más caja al final del verano, cuando los turistas visitan las zonas más emblemáticas de Vigo.

Subiendo hacia O Castro, en la administración de la calle de Ecuador, Rita Castiñeira informa que ya le habían preguntado por los décimos de Navidad en mayo, mucho antes de que saliesen a la venta el 10 de julio. De hecho, solo en su punto de venta se han agotado tres series exclusivas. Dice que sus ventas han mejorado «bastante» con respecto al año pasado, pero ni se plantea que el turismo sea la razón.

Carlos Martínez presume de vender la mitad de los cupones de Navidad solo en verano. Resulta agraciado porque su administración de la calle Eduardo Iglesias es aledaña a la multitudinaria calle del Príncipe. En los últimos años observa un fenómeno creciente: turistas de toda España se dedican a intercambiar cupones de otros puntos del estado, si acaso por un afán de coleccionismo o por mera superstición. Se ha creado un juego que trasciende la propia apuesta, como si canjeasen cromos en el patio del colegio.

«Mucha suerte, que vaya bien». No es una bendición baladí si la pronuncia Juan Fernández, que está al frente de la administración de loterías de la Porta do Sol. El año pasado fue precisamente en su punto de venta donde se despachó uno de los décimos ganadores del gordo de Navidad, premiado con 400.000 euros. A este local ya le precedía la fama de haber repartido dos quintos premios en el 2017, así que ahora muchos vigueses acuden aquí para que se les pegue la suerte. Y muchos visitantes, claro. En la Porta do Sol también han registrado un aumento de ventas. Ayer, martes y 13, decenas de turistas pedían sus boletos en los diferentes acentos de todo el país. Al preguntarle sobre su negocio, Juan confiesa que juega con ventaja: puede imprimir el resguardo de cualquier combinación disponible a través de su terminal y su ubicación es ideal para atraer a la gente que visita la ciudad.

Si las vacaciones animan a la compra de décimos en agosto, el espíritu festivo va alimentando la ilusión de los jugadores a medida que se acerca el 22 de diciembre. La iluminación y la campaña navideña, dice Juan, son elementos que, en conjunto, «suman a la hora de motivar a la gente, sobre todo si toca».

Santiago Gómez, de la administración de la calle Policarpo Sanz, señala que, en todo caso, hoy en día se puede localizar cualquier número del sorteo navideño mediante la web de Loterías y Apuestas del Estado. Con esta aplicación, los interesados pueden comprar décimos en la otra punta del país a través de Internet o, mejor, en el propio destino de recreo.