Los jefes de servicio dimisionarios rechazan volver a sus puestos

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

Exigen el cese de los dos responsables que fueron nombrados para ocupar plazas que ellos habían abandonado en Casco Vello y Redondela

30 jul 2019 . Actualizado a las 16:20 h.

El diálogo ha comenzado entre los médicos de atención primaria de Vigo y la gerencia del área sanitaria, después de que la Consellería de Sanidade relevase al gerente, Félix Rubial, y lo sustituyese por Julio García Comesaña. Es un paso adelante y el colectivo de jefes dimisionarios asegura que valora «el nuevo talante». Pero, de momento, ni se plantean retomar las jefaturas de servicio que dejaron en diciembre, una dimisión que el Sergas rechazó, y en marzo, una renuncia que sí fue aceptada. No lo harán «hasta que haya soluciones», dicen en un comunicado, después de la asamblea celebrada ayer en el Colegio Médico. 

Los facultativos incluso instan al Sergas a cesar a los jefes nombrados «como represalia por la anterior gerencia». En el mes de mayo, pocos días antes de la huelga que acabó siendo mayoritaria, el Sergas nombró a dedo a un jefe de servicio para Redondela y a otra para el Casco Vello. En ambos centros de salud habían dimitido los responsables. Sanidade también designó a otro médico jefe para A Cañiza, pero este preocupa menos porque la plaza no estaba cubierta. Lo que dolió en el colectivo fue que se cubriesen plazas de dimisionarios. Esta nueva exigencia puede ser problemática para el gerente: él no nombró a los médicos, pero ha mantenido en el cargo a su directora de atención primaria, Elena Lorenzo, responsable de todos los centros de salud y también de estos nombramientos. Además, los ceses de jefes de servicio son rarísimos.

El diálogo se abrió hace diez días con una reunión entre el gerente y ocho de los médicos que dimitieron. En ese encuentro, Comeseña les prometió que cubriría todas las vacantes de facultativos después del verano y que se crearían entre tres y cinco nuevas plazas con nuevas contrataciones. Los jefes de servicio dimitidos dicen ahora que  necesitan «soluciones rápidas», que básicamente consisten en mitigar la «sobredemanda desbordante». Mientras eso no ocurra, seguirán con los paros simbólicos de diez minutos en los ambulatorios. También con la reclamación deontológica ante la Organización Médica Colegial (que agrupa a los colegios médicos) y en la Inspección de Trabajo.

Fruto del diálogo, se ha empezado a trabajar entre primaria y el hospital. Se han fijado reuniones y ya se ha mantenido alguna. También se han marcado tiempos y objetivos de cumplimiento, para que todo supere el terreno de las buenas intenciones.

El mensaje de los médicos de familia y pediatras es claro. Van a seguir vigilantes. De alguna forma, le dicen al Sergas que iniciar el diálogo no significa que vayan a abandonar las protestas, al menos de momento.