Teresa Egerique: «En política me metió Corina, no mi padre»

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

«El PP dejó en Vigo su hueco vacío. Nos centramos solo en decir lo que hacia mal Abel Caballero»

15 jul 2019 . Actualizado a las 09:20 h.

En una productora de televisión en Ourense, durante siete años, para los informativos de la TVG.

Nunca, aunque confieso que una vez no fui a votar, me quedé en casa.

Alberto Núñez Feijoo, Alfonso Rueda y Teresa Egerique. Así comenzaba la candidatura del PP de Pontevedra a las pasadas elecciones autonómicas. Su nombre siempre ha estado ahí, como una de las opciones que emergen en su partido cuando se trata de hacer quinielas. «¿Quién sabe lo que va a pasar mañana? La política tiene sus carambolas», dice ella que acaba de vivir una a 18 bandas. De ir en el grupo de cola de la lista del PP para las elecciones municipales en Vigo ha pasado a ser una de las cuatro personas encargadas de mantener viva la llama de su partido en el Concello durante los próximos cuatro años en una nueva travesía del desierto y con el ciclón Caballero de frente.

«A mi quien me metió en política fue Corina, no mi padre», subraya para advertir que su evolución política nada ha tenido que ver con nepotismos o apellidos, y eso que el de su padre fue uno de los tradicionales a la hora de hablar de economía en el Parlamento en la era Fraga y presidente de los populares vigueses después.

Hasta que dio el salto en política activa en el 2011, Teresa Egerique dio rienda suelta al periodismo vocacional en el que se reconoce desde pequeña, cuando entrevistaba a su hermano o escribía sus reflexiones, costumbre que ha mantenido después, aunque su blog, Retales de mi otra vida, no tenga rastro de ello desde hace casi tres años. «¡La política!», se excusa.

Profesionalmente lo último que hizo fue ser jefa de prensa en la Autoridad Portuaria de Vigo con Corina Porro. Aunque por esas cosas de los plazos y las excedencias antes de asumir alguno de lo sus cargos ha vuelto a coger el micrófono en alguna ocasión para hacer reportajes Galicia adelante.

La televisión es su medio, la política su pasión, el análisis, su estrategia, confiesa, y las nuevas tecnologías, su inquietud. Antes de que se imaginase ocupando un cargo electo, Egerique estimó a finales de los años noventa que los límites de la información estaban siendo cruzados por la «telebasura», la define así sin ambages. «Capacidad informativa de la televisión y su tendencia a convertirlo todo en espectáculo», reza el título de su tesina. Tras ocho años en primera línea política ahora dicta otra sentencia: «No hay reflexión, todo es muy fugaz en política. Los discursos están mediatizados por la intención de colocar un titular y por el miedo a meter la pata», valora, mentando a las redes sociales como aceleradores de esa tendencia. «En política hacen falta miradas a largo plazo, reflexión. Y la sociedad nos exige más», advierte.

El PP pasó de gobernar Vigo en dos ocasiones y llegar a tener 15 concejales de 27 posibles a contar ahora con solo cuatro. «Fuimos agresivos y algo distantes», sentencia desde una posición de análisis profesional. «El tercer mandato de Abel Caballero fue muy presidencialista, muy autoritario. No dialogó lo más mínimo con la oposición, nos despreció desde su intolerancia» dice para añadir que esa postura les arrastró al combate. Y el PP perdió. «Pero tiene nuestro voto prestado», mantiene, para añadir que el PP con Elena Muñoz se centró en explicar lo que entendían hacía mal el alcalde, olvidándose de cuidar su propia parcela. «Dejamos el hueco vacío». «Eso no funcionó y hay que buscar una nueva vía., rompiendo barreras, explicando las cosas de otra manera, siendo más cercanos», enumera, mientras estima que hacen falta en el PP vigués líderes reconocibles y claros. «Corina es líder, se lo ha ganado, por su trayectoria y trabajo, y le ha ganado siempre además a Caballero». Y a la pregunta de si tomado el impulso será la exalcaldesa quien siga con las riendas del partido tras el siguiente congreso, Teresa Egerique medita y concluye. «De momento, tiene mucho que decir como presidenta de la gestora. Cuenta con todo el mundo y no le ha cerrado las puertas a nadie», dice para asegurar también que el próximo referente de los conservadores vigueses será «quién sea capaz de lograr el mayor consenso posible», augura, anticipando quizás que no habrá más de una lista en ese futuro cónclave y a la postre ni vencedores ni vencidos, ni una nueva brecha interna. Ella no se ubica personalmente en ningún punto de ese futuro del PP olívico. «Estoy donde estoy y para lo que me han elegido», dice sin arriesgar. «Y cuando se acabe mi vida política volveré a la comunicación, desde el análisis, desde la reflexión», dibuja, reconociendo que la enseñanza, a la que se dedicó en la Universidad, no le generó la adrenalina suficiente.