La reventa multiplica por 8 el precio oficial de las entradas de Castrelos

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

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Las webs especializadas en el mercado de segunda mano, como Viagogo o Milanuncios, tardaron poco en anunciar la disponibilidad de boletos para los primeros tres conciertos

11 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Primero, el disgusto de quedarse sin entradas baratas para los conciertos del auditorio de Castrelos. El caos de los dos primeros días dejó a algunos con localidades de más (al repetir la operación sin saber que las habían comprado) y a otros, sin ninguna al recuperarse el sistema con el papel ya agotado. Tras esa desazón, ahora llega el trago amargo de pagarlas a precios mucho más altos si es que el antojo era grande.

La reventa vuelve a funcionar con la alta demanda que registran los conciertos más atractivos que se celebran en el verano vigués, que no coinciden con período de fiestas sino que salpican el calendario entre julio y agosto.

Las webs especializadas en el mercado de segunda mano, como Viagogo o Milanuncios, tardaron poco en anunciar la disponibilidad de boletos para los primeros tres que salieron a la venta, ya que los tres se agotaron. Lauryn Hill en poco más de un día, Leiva en media mañana y Tom Jones en menos de hora y media.

Curiosamente, el concierto del Tigre de Gales es para el que menor disponibilidad hay en la reventa pese a que los tiques al alcance del público fueron muchos menos (en total 1.800 según Ataquilla), ya que el aforo es menor porque es un concierto con sillas y el espacio se reduce. Su actuación en Vigo se cotiza por encima de los 30 euros y el precio de salida fue de 8.

El del cantante madrileño Leiva es el que ha alcanzado más interés en la reventa online, que está prohibida y por eso los internautas utilizan el truco de vender, por ejemplo, «un lápiz a 25€ y de regalo, una entrada para el concierto». En el caso de Leiva, cuyo precio oficial para Vigo era de 6 euros, las tarifas llegaban ayer hasta los 66 euros mientras que para la nortemericana Lauryn Hill oscilaban entre los 26 y los 36 euros.

En todo caso, los espectadores tienen siempre en el auditorio del parque la opción hiperbarata, porque si no pueden estar más cerca, en el foso, las gradas son de acceso libre y hay pantallas gigantes y animación durante las horas previas.

En el otro extremo hay casos de reventa en los que el precio del boleto es menor que el establecido. No ocurre con Castrelos, donde el coste es imbatible tirando a irrisorio, pero sí en otros escenarios. Por ejemplo, el del Ifevi, que acoge el sábado, 20 de julio, un concierto de su gira Mi cubo de Rubik. El precio es de 35 euros, pero en las webs hay ofertas por diez euros menos.