La concesión del abastecimiento de agua es la mayor que gestiona el Concello de Vigo. Es un contrato que comenzó en enero de 1991 y que finaliza en diciembre del 2020. Inicialmente, el servicio iba a ser prestado por un tiempo de 25 años, pero cuando quedaban cuatro para que finalizase la concesión, la Junta de Gobierno Local decidió prorrogarlo cinco años más. A cambio, Aqualia se comprometió a pagar las expropiaciones para la depuradora del Lagares (10 millones de euros), que correspondían al Concello, y a un plan de humanizaciones de 20 millones en diez años en el que el Concello decide dónde los gasta.
Tarifa por consumo
Aunque la financiación del servicio de Aqualia llega vía recibos, las tarifas las regula el Ayuntamiento. En los últimos años, el pleno de Vigo llegó a aprobar un cambio en el recibo para adecuarlo a un cobro por consumo. Actualmente, el mínimo que se paga es tan alto que la mayoría de las familias pagan más de lo que realmente gastan.