Las urgencias del Álvaro Cunqueiro se reorganizan para ganar nueve boxes

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Separarán a los pacientes que hayan pasado el triaje de los que estén pendientes

22 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Las urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro preparan una remodelación para ganar orden y espacio de atención a los enfermos. El nuevo jefe de servicio, Ángel Pichel, y su equipo han diseñado un proyecto que permitirá dotar a las urgencias de nueve boxes más, que se unen a los 26 que ya existían. Además, se reorganizará el circuito que siguen los pacientes cuando llegan al hospital, para que tenga un orden más lógico. Todo dentro del espacio que ya hay.

Actualmente, existe una zona de triaje, que es la primera consulta con la enfermera donde se valora al paciente y se le asigna una prioridad con un código de colores. Tanto los pacientes que han pasado por alguna de las dos consultas de triaje (tres en momentos de pico) como los que no lo han hecho comparten el mismo espacio. Esa área se va a trasladar. Se va a crear una nueva sala para los que no han entrado en el triaje y otra diferente para los que ya la han pasado, como si fueran superando fases.

Para ello se aprovechará una enorme sala de espera que está en un extremo del servicio y que permanece infrautilizada la mayoría de los días. Desde esa zona se podrá acceder a los boxes (para las enfermedades más serias) y a las consultas (para las más leves).

También se reconfigurará una sala de preingresos -donde están pacientes que van a ser ingresados y para los cuales todavía no hay una cama-. Ahí se harán los nueve boxes y la sala de preingresos se trasladará a un espacio que funciona como almacén.

El servicio contará también con un despacho para que el personal informe a las familias.

M.MORALEJO

Ángel Pichel: «La historia clínica reflejará si informamos al paciente»

el jefe de servicio más joven del Hospital Álvaro Cunqueiro supo desde su primer año como residente de medicina de familia que quería dedicarse a la urgencia. Ángel Pichel (Mos, 40 años) afronta con entusiasmo el mando del servicio en el que lleva 15 años.

-¿La asistencia en urgencias es mejor ahora que en los tiempos de la división Xeral/Meixoeiro?

-Claramente. Tenemos mejores circuitos, mejor asistencia de críticos y mejor drenaje del servicio hacia las plantas. Ya no hay colapsos en los pasillos.

-¿Es posible que las urgencias no se saturen?

-Es poco probable, porque funcionamos a demanda. Los lunes y los viernes son los días con más urgencias y los fines de semana hay menos. No se enferma más, la demanda se adapta a los hábitos.

-¿Pueden hacer algo al respecto?

-Educar a la población.

-¿Eso es un llamamiento a que la gente no vaya al hospital?

-No, a usar los dispositivos de forma eficiente. El pilar fundamental es la atención primaria. Allí conocen la patología del paciente, pero también su entorno social. La mayoría de los pacientes deberían ir al centro de salud o al PAC, y el que se encuentra mal, llamar al 061. Pero ayer tuvimos 364 pacientes y 189 de ellos vinieron por medios propios.

-¿El paciente que va por sus medios... no tendría que ir?

-Lo ideal es reducirlo, que la tendencia sea a cero. Muchos pueden ir al PAC. En el hospital deberíamos centrarnos en la patología tiempodependiente.

-La principal queja de los usuarios suelen ser las esperas.

-Cuando se entienden los porqués de la espera se reduce la incertidumbre. Estamos haciendo un proyecto de humanización con formación para profesionales sobre cómo informar. Además, en la historia clínica vamos a poner un epígrafe para dejar constancia de que se ha informado al paciente o a su familia.

-¿En la historia clínica?

-Sí, porque así cualquier profesional que lo atienda sabrá si se le informó o no. Queremos cuidar este aspecto. Además, cuando la prioridad médica sea la misma, vamos a dar prioridad en la atención a grupos de riesgo: pacientes paliativos, violencia sexuales, malos tratos y discapacidad. Los diferenciaremos poniendo un punto morado.

-¿Hacer obras en un servicio que no tiene ni cuatro años es un fracaso de planificación?

-No. Todos los proyectos necesitan rodar. Quizás dentro de cuatro años estaremos cambiando nuestros propios circuitos. Es mejora continua.

-Tendrán más boxes. ¿Y más personal?

-Hay que valorar si es necesario.

-Cuando se abrió el Cunqueiro se esperaba que, al estar alejado del centro, tendrían menos pacientes. No ha sido así.

-Hemos pasado de 335 pacientes de media al día del primer año a los 373 anuales. En los cinco primeros meses hemos tenido cinco mil urgencias más... La gente viene porque somos accesibles.

El servicio contrata a siete médicos sustitutos para el verano y estará al completo

Las vacaciones suelen obligar a planificar a la baja la actividad sanitaria. Este año, en urgencias se mantendrá al 100 % porque siete médicos se incorporarán como sustitutos, a pesar de que las listas de contratación están vacías. «Viene gente de otras áreas, de Madrid, de Povisa...», explica el jefe. Cree que el proyecto de las urgencias del Cunqueiro es atractivo para los médicos y por eso se animan. «Queremos ser un hospital de referencia en Galicia y en España, ser un modelo de cosas bien hechas», dice Ángel Pichel.

La Semes (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias), de la que es vicepresidente en Galicia, reclama que se cree la especialidad de urgencias en España. Ahora no existe y la mayoría de los que trabajan en emergencias son médicos de familia o internistas.