Un pedazo del PBB en Mozambique

m. v. f. VIGO / LA VOZ

VIGO

CEDIDA

La madre de una jugadora del club de baloncesto de O Porriño crea un equipo en Mozambique

19 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La relación de Rosana Abalde con el baloncesto ha pasado de ser una exjugadora y madre de una niña que lo practicaba en el PBB porriñés a ser entrenadora y fundadora de un club a 8.000 kilómetros. Porque cuando su marido tuvo que trasladarse a Mozambique hace cuatro años, la familia comenzó a planificar todos los detalles para instalarse con él. Y no querían que la aventura supusiera abandonar el deporte que les apasiona y que en el municipio donde residen, Pemba, no tenía presencia alguna.

En los dos años anteriores a marcharse, Abalde se formó como entrenadora y oficial de mesa y obtuvo el título correspondiente para convertirse en técnico. «Mi hija es una gran apasionada del deporte como su madre, sobre todo del baloncesto. Ante la idea de que aquí no había equipos para su edad, me preparé y cuando tuve el título nos vinimos», explica. Una vez allí, «lo más fácil era montar el equipo en la escuela a la que va la niña».

La entrenadora se puso manos a la obra y, no sin dificultades, el proyecto está en marcha. «Aquí no hay medios, no hay equipaciones ni balones. El municipio tiene poco dinero y menos para invertir en deportes», constata. Frente a eso está el entusiasmo de los pequeños. «Hay mucha demanda y mucha ilusión. El siguiente reto es poder organizar una liga interna de fútbol, baloncesto y otros deportes para que sea más visible y poder pedir más dinero», razona.

Rosana cuenta que la vida en Mozambique está siendo para su niña «una experiencia en todos los sentidos». «Todo es diferente: el clima, color de la piel, religión, cultura...». También a nivel de baloncesto. «Aquí anteponen los estudios hasta el punto de que la semana de exámenes no viene nadie a entrenar y en esas condiciones es complicado sacar adelante un equipo. Aún tenemos mucho trabajo para concienciar a los padres sobre la manera de vivir el deporte», precisa.

La colaboración del PBB está siendo básica a nivel de equipaciones, zapatillas y balones, y además del club porriñés, también el Pontevedra de baloncesto ha contribuido y otros han contactado para hacerlo en el futuro. No solo reciben material de baloncesto, sino de otras disciplinas que también se están abriendo camino en la zona. «Todo es bienvenido porque la cantidad de niños es grande, sobre todo en el fútbol, que en todas partes es lo que funciona más rápido y probablemente sea la primera liga que se cree».

Para Abalde su primera experiencia como entrenadora está siendo espectacular. Ella es novata como los baloncestistas. «Nunca habían entrenado a baloncesto y evidentemente unos tienen más habilidades que otros. Para mí no ha sido difícil porque la Federación me ha ofrecido una buena formación y como las expectativas tampoco eran altas, me ha resultado fácil», indica.

La entrenadora cuenta también con la ayuda de su hija, que es una alumna aventajada que ejerce también en cierta medida de maestra. «Mi niña sigue jugando y el problema a nivel de entrenos es que están por debajo de lo que ella tenía adelantado», explica. Por eso entrena con chicos mayores que ella, de secundaria, y a la vez echa una mano a su madre con los pequeños. «Ahora los mayores ya empiezan a querer jugar y hacer cosas y ella está disfrutando mucho más», celebra.

Poco a poco hay otras escuelas que quieren seguir sus pasos y formar equipos, que sería lo ideal para poder crear una competición. Pero el problema es la falta de entrenadores. «Me preguntan de qué manera podemos formarlos y no es nada fácil. Vamos a tener que tirar de jugadores de otras localidades que vengan aquí a ayudar», cuenta.

Para poder emprender esta aventura en Mozambique Rosana pidió una excedencia de dos años y medio en su trabajo y por ahora ha transcurrido uno. «Espero poder aprovechar este tiempo que queda y adelantar todo lo que podamos. En año y medio estaríamos de regreso».