El Concello da por controlada la plaga de ratas por las obras del Barrio do Cura

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

La escuela infantil recupera la normalidad tras una campaña de desratización

15 jun 2019 . Actualizado a las 10:48 h.

El Concello ha dado por terminada la alarma por la proliferación de ratas en el entorno del Barrio do Cura. El alcalde, Abel Caballero, informó ayer de que la situación ya está controlada. La escuela infantil Santa Marta, donde están matriculados niños de 0 a 3 años, fue uno de los lugares más afectados por la plaga. La hasta ayer concejala en funciones de Educación, Olga Alonso, mantuvo una reunión con los miembros de la asociación de padres y madres y les transmitió un mensaje de tranquilidad.

El Concello envió un equipo de desratización y no se vieron más roedores en el centro. Los padres han vuelto a llevar a sus hijos a este centro ubicado cerca del Barrio do Cura. Al principio, algunos rehusaron hacerlo como medida de seguridad. Pero ahora los pequeños han vuelto a salir al patio con total normalidad. Los padres esperan que no aparezcan más roedores. Agradecen la buena disposición de la administración, que puso todas las medidas a su alcance.

Mientras tanto, en la calle Poboadores continúa la inquietud. Los vecinos creen que las ratas pudieron haber salido tras la demolición de un domicilio donde vivía una persona que tenía síndrome de Diógenes. El hombre acumulaba una gran cantidad de basura.

Hace dos semanas que terminaron las obras de demolición. Cientos de ratas salieron espantadas. Se metieron en domicilios, en la escuela infantil y también se coló alguna en el convento franciscano. Personas de escasos recursos que acuden al comedor social del Hogar San José también vieron a los roedores. Algunos aparecieron muertos en plena calle después de haber sido atropellados. Vecinos de Poboadores continúan padeciendo este problema en sus casas y han tenido que hacer frente a la plaga con sus propios medios.

Malestar

A una residente, Ana María Navarro, se le colaron por la cocina después de hacer hecho varios agujeros en la madera. Otra mujer que vive en esta calle del Casco Vello tuvo que improvisar una barrera para impedir que se le metieran en su casa. También se introdujeron en varios locales comerciales.

La proliferación de ratas generó malestar entre los vecinos por no haberse tomado medidas de prevención. En el Barrio do Cura habían encontrado un lugar idóneo para su propagación en medio de un ambiente de marginalidad y de falta de higiene. Los trabajos de demolición espantaron a cientos de ellas hacia los alrededores.