El derribo del barrio de O Cura provoca una plaga de ratas a vecinos y escolares

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

Los roedores invaden la calle, casas en Poboadores, locales, una escuela y el convento

14 jun 2019 . Actualizado a las 13:01 h.

Las obras de demolición del asilo y de las viviendas del barrio de O Cura han provocado que cientos de ratas se hayan espantado hacia los alrededores creando un problema sanitario. Los roedores han invadido viviendas, locales comerciales y también han entrado en la escuela infantil Santa Marta y en el convento. También se las ha visto en plena calle y algunas han muerto atropellados por vehículos. El responsable del restaurante Casa Rouco, por ejemplo, tuvo que llamar a la Policía Local al observar una rata muerta en medio de la carretera.

La plaga ha causado una gran preocupación en la comunidad escolar de la guardería pública Santa Marta, hasta el punto de que hay padres que decidieron cautelarmente no llevar a sus niños para evitar cualquier peligro, dado que se trata de ratas de grandes dimensiones que pueden resultar agresivas.

La directora del centro afirma que el problema ya se ha solucionado y que la escuela ha recuperado la normalidad. Tras dar cuenta del problema, el Concello envió un equipo de desrratización. No obstante, continúa habiendo una gran inquietud en la asociación de padres y madres, que ayer celebraron una asamblea extraordinaria a primera hora de la mañana en la entrada del centro. Hoy esperan que la propia concejala de Educación acuda a la escuela para informarles de la situación. No descartan emprender medidas de presión y realizar una denuncia pública si continúan apareciendo ratas que pongan en riesgo la salud de sus hijos.

Hay un enfado generalizado entre la población por no haber prevenido lo que iba a pasar. «El problema es de todo el barrio. La obra se hizo de forma inadecuada y ahora tenemos una plaga de ratas que afecta a los comercios y también a la casa de acogida de las monjas», señala un miembro del AMPA Santa Marta.

La calle más afectada es Poboadores. Las ratas están haciendo estragos en viviendas de planta baja de esta avenida situada por debajo del Paseo de Alfonso XII.

Ana María Navarro, inquilina en el número 68, muestra los agujeros que los roedores están haciendo en su cocina. El ruido de las ratas sobre el falso techo no le deja dormir. «Están desmantelando mi cocina. Me levanté a las tres de la mañana y me dejaron un hueco enorme anoche. He metido cristales y más cosas para que no puedan entrar. Mi casa está superlimpia. No hay nada que llame a las ratas. Llevo cuatro días sufriendo el pánico de que no puedo tener la puerta abierta de mi casa», asegura. Ana afirma que las ratas son «enormes» y que vio cómo varias de ellas mataban un gato. «El cazador fue cazado, le rodearon las ratas y se lo comieron», asegura. Lamenta que no se hayan tomado medidas. «Se tenía que haber hecho una prevención. Estaba claro que de ahí no iban a salir solo yonkis y okupas», lamenta. Tuvo que abrir un agujero en el falso techo del dormitorio para introducir veneno y volverlo a tapar después «porque salían moscas como tigres». Para colmo, un montón de ramas secas se acumulan frente a su vivienda sin que ningún operario municipal acuda a limpiarlo. «Aquí la que se encarga de limpiar este trozo de calle soy yo porque si no estaría echa un asco», asegura.

Esta afectada pide una solución al Ayuntamiento para no tener que seguir soportando esta situación.

La vecina de la puerta de al lado también vive con miedo por la invasión de ratas. «Estoy en el sofá y las veo pasar. Se pasean por toda la casa. Esto es demasiado», afirma Antonia Lilia.

Convento

Sor Fernanda, madre superiora del convento de San Francisco, ya preveía que este problema podía suceder con el inicio de las demoliciones en el Barrio do Cura. Por eso pidieron al ayuntamiento que tomara medidas, pero no obtuvieron respuesta. Las ratas también han entrado en este recinto.

La comunidad cuenta con los servicios de una empresa que se encarga del control de plagas. Esta compañía se compromeió a intensificar el trabajo pero vieron que también era necesario que el Ayuntamiento realizase a la par un control preventivo en la calle. «Lo que hicimos fue solicitar al Ayuntamiento que procurase hacer también lo mismo, que pasase con sus medios por los alrededores y sobre todo la pared de nuestra casa y la de la casa vecina, pero todavía no hemos recibido una respuesta», afirma la religiosa.

La incidencia en la calle Torrecedeira es menor. Algunos ciudadanos afirmaron ayer haberlas observado por la calle, pero otros residentes y comerciantes desconocían el problema.

«Pido auxilio para sacarlas porque las tengo pánico»

Antonia Lilio ha tenido que crear una barrera que coloca en la puerta de su casa para impedir que las ratas se metan dentro. Aún así, afirma que saltan y se cuelan en su hogar. Esta vecina de la calle Poboadores pide ayuda para defenderse de las ratas. «Las tengo terror, pánico», asegura esta mujer de la tercera edad, que reconoce que no duerme tranquila desde que comenzaron las obras de derribo de las viviendas del barrio do Cura. «Tenemos este problema porque están tirando las casas viejas», asegura. En casa de su vecina Ana los roedores están haciendo agujeros.