La policía apuntó al fallo estructural ya desde la noche de O Marsiquiño

VIGO

M.MORALEJO

Las primeras inspecciones de los agentes señalaron al deterioro del hormigón

09 jun 2019 . Actualizado a las 21:39 h.

La noche que se desplomó el muelle de Montero Ríos durante un concierto de O Marisquiño, los policías ya empezaron a tener claro que la causa del derrumbe no había sido que cientos de personas se hubiesen congregado a escuchar música, sino que la estructura ya estaba corrompida. Los informes policiales aportados al sumario de la investigación judicial, al que ha tenido acceso La Voz de Galicia y que empezó a publicar ayer, constatan que los agentes empezaron a tener claro la misma madrugada del 13 de agosto del 2018 que la estructura estaba podrida.

Los estudios periciales que se redactaron después han venido confirmando esa tesis. El propio sumario recoge, en base a esos análisis, que la vida útil del muelle fue de solo seis años, por lo que se pudo haber caído en cualquier momento de las últimas dos décadas. Pero antes de que los peritos hiciesen estos informes, los policías ya lo apuntaban.

Entre las 1.00 y las 3.00 del día del accidente, los agentes de la Policía Científica realizan la primera inspección ocular. Es un momento en que todos los grandes esfuerzos están centrados en las víctimas, que acabarán sumando 467. Pero ya hay dos agentes de la policía científica que esa noche están sobre el terreno analizando las causas del desplome. Toman fotografías y apuntan: «Las tablas de madera se han hundido y la placa de hormigón que debería ir debajo de las mismas se ha fracturado en sentido longitudinal».

Por la mañana, dos policías vuelven al muelle para, a la luz del día y sin toda la parafernalia de ambulancias y bomberos, tomar las mediciones del lugar y de la estructura, así como completar el reportaje fotográfico. Hacia mediodía, de nuevo, la policía acude en helicóptero para tomar fotos aéreas. Esa misma tarde hay otra inspección en persona de varios jefes policiales y la fiscalía. Todo este trabajo inicial se completa en la mañana del día 14 con el volado de drones en la zona para analizar la estructura, pilotados por especialistas policiales de Madrid, y revisando la estructura desde el mar.

No han pasado ni 48 horas desde el momento del accidente cuando los expertos ya tienen una primera conclusión: «La causa más probable del colapso de la estructura de hormigón armado es que al ser expuesto el forjado a unos esfuerzos a flexión y no estar en condiciones adecuadas el armado inferior (que es el que trabaja a tracción), se produjo la rotura del hormigón (...) por su mitad produciendo colapso estructural». Así consta en un informe del 17 de agosto de la Comisaría General de la Policía Científica, redactado a partir del trabajo de los días 13 y 14.

Cuando accedieron por mar a la zona del accidente, los agentes revisaron también la parte de la estructura de hormigón que no había resultado dañada en el accidente. Allí comprobaron que «se encontraba muy deteriorada en su cara inferior como consecuencia de la acción del agua del mar». El armado de las viguetas del forjado estaba oxidado por el contacto constante con el agua del mar. El informe policial dice que la corrosión en el armado «confirma el deterioro por óxido en el metal, de tal manera que provoca el desprendimiento en el hormigón y por tanto la estructura pierde la capacidad portante y estructural que poseía en un principio». Así que cuando hay gente encima y su peso dobla el paseo, este no tiene resistencia para soportarlo y rompe. «A consecuencia del deterioro mencionado en el armado, este perdió todas sus propiedades produciéndose el colapso final».

Pese a todo, en el Juzgado de Instrucción Número 3, el Puerto y el Concello han venido culpándose mutuamente.