El pesquero con los 2.500 kilos de coca fue seguido por Aduanas desde que hizo escala en A Coruña

J.R.

VIGO

Vigilancia Aduanera / La Voz

La droga salió de Surinam y se descargaba en Galicia. La carnaza que transportaba el barco está podrida, lo que genera un olor que hace muy difícil su registro en el puerto de Vigo

06 jun 2019 . Actualizado a las 15:54 h.

El Gure Leire, el barco vasco de armador gallego interceptado con 2.500 kilos de coca, empezó a ser seguido desde que hizo escala en el puerto de A Coruña para seguir su travesía para recoger el alijo. La droga, informaron fuentes oficiales, iba a descargarse en la costa de Galicia, y no en el País Vasco, que es donde tiene su puerto base. Los 83 fardos tienen una elevada pureza y los 7 detenidos pasaron hoy a disposición judicial en Vigo, donde han decretado su ingreso en prisión. 

Uno de los responsables del barco es el gallego José Luis Ouviña. La investigación que desencadenó el abordaje del pesquero vasco está dirigida por Vigilancia Aduanera en el Juzgado central 1 de la Audiencia Nacional, de la misma manera que el abordaje fue ejecutado en solitario por el equipo de la Agencia Tributaria. 

La investigación arrancó en abril cuando la Oficina de Inteligencia Marítima de Vigilancia Aduanera en Galicia detectó la entrada del pesquero en el puerto de A Coruña, despertando la sospecha de los funcionarios de Vigilancia Aduanera. A partir de ese momento se inicia una vigilancia sobre la embarcación, que acaba cargando la droga en algún punto del Atlántico Norte. La droga tenía su origen en Sudamérica y el pesquero se dirigía a las costas gallegas para la descarga. Previamente, un buque nodriza que habría salido de las costas de Surinam habría trasladado la carga al pesquero en un punto acordado, siguiendo así la práctica del transbordo, habitual entre las organizaciones criminales que utilizan la vía marítima para la introducción de estupefacientes en Europa.

Una vez establecido el oportuno dispositivo aeronaval destinado a la interceptación, de forma acordada entre los servicios aduaneros españoles y franceses, el buque ‘Fulmar’ de la Agencia Tributaria localizó el pesquero, una embarcación de 22 metros de eslora sobre la que ya existían sospechas desde hacía varios años por su posible vinculación con organizaciones dedicadas al narcotráfico. La dotación del ‘Fulmar’, compuesta por funcionarios de operaciones especiales de Vigilancia Aduanera, termina interceptando la embarcación y deteniendo a sus siete tripulantes, todos ellos de nacionalidad española. Tras localizar la droga en las cámaras frigoríficas de la embarcación, el ‘Fulmar’ inició la travesía hacia el puerto de Vigo en unas condiciones marítimas difíciles que llevaron a la necesidad de remolcar el pesquero a baja velocidad durante varios días por riesgo de hundimiento.

Registros en Vizcaya

Mientras se desarrollaba el operativo marítimo, personal de Vigilancia Aduanera procedía, bajo autorización judicial, al registro de tres domicilios en las localidades de Ondarroa y Berriatua (Vizcaya). La embarcación aprehendida, junto con los detenidos y la droga, han sido puestos a disposición judicial para la práctica de las actuaciones a realizar bajo la coordinación del Juzgado Central de Instrucción Nº 1 de la Audiencia Nacional. La operación y las investigaciones continúan abiertas.

Las 20 toneladas de carnaza que transportaba el barco están podrida, lo que genera un olor que hace muy difícil su registro en el puerto de Vigo esta mañana. Es más, una empresa contratada para su limpieza se desplazó esta mañana, pero al comprobar el estado del producto putrefacto, descartaron asumir el trabajo emplazando a los responsables de la investigación para que busque otra empresa.

El pesquero fue abordado el pasado 27 de mayo por el buque de operaciones especiales Fulmar de la Agencia Tributaria y sus siete tripulantes, todos ellos de nacionalidad española, han sido detenidos. La operación, denominada Tiburón, está dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número 1 y la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional y tiene su origen en una investigación desarrollada por el Área de Vigilancia Aduanera de Galicia de la Agencia Tributaria, en coordinación con la Subdirección General de Operaciones del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales y durante el desarrollo del operativo ‘Pascal Atlántico 2019’ de vigilancia aeronaval conjunta entre los servicios aduaneros franceses y españoles. En el marco de esta operación se ha contado, además, con la colaboración de las autoridades británicas (NCA) y del Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC-N) de Lisboa, además del apoyo del Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).