El grupo de la Casablanca con enfermos y familiares actuará el 8 de junio en Afundación
30 may 2019 . Actualizado a las 11:56 h.A mediados de marzo arrancaba en Vigo una iniciativa única en España. La creación de un coro en la que buena parte de sus integrantes son personas que padecen la enfermedad de alzhéimer y otras demencias. La colaboración de Fundación Coral Casablanca con la asociación Afaga Alzhéimer y el Real Club Náutico hizo posible el milagro. Dos meses y medio después, esos esforzados cantantes que se olvidan de casi todo, tiene bien localizados el archivo sonoro en su cerebro.
Las melodías funcionan como un resorte que activa esas conexiones neuronales que para muchas otras cosas no encuentran el camino. Ayer, como cada miércoles, acudieron a la cita en la sala donde actualmente actúan esta y todas las agrupaciones de la Fundación Coral Casablanca, tras un período errante al perder su casa en el Mercantil.
Les recibe eufórico el director, Óscar Villar, que reparte sus esfuerzos entre la tarea de tratar de que conjunten sus voces y la de llamar su atención para que no se despisten. Para ello, intercala bromas y comentarios que animan a una cantera necesitada de risas. A su lado, el presidente de la Fundación, Nacho Amoedo, también está allí, ayudando a acomodar al elenco, formado no solo por personas con alzhéimer. También sus cuidadores e integrantes de las otras corales refuerzan un equipo que en total llega al medio centenar.
Empiezan los ensayos y Villar anuncia cuál será el repertorio que repetirán hasta que haya que marcharse. El director da la señal a Lucila Pestana, la pianista, colaboradora altruista como todos los que se han metido en esta aventura, que interpreta las primeras notas de Cuéntame, la canción de Fórmula V que la serie de TVE ha rescatado para generaciones actuales. Villar aprovecha para lanzar recados entre tema y tema: «¿tenéis clarinete cómo es el uniforme oscuro? Tenéis que estar allí a las 8, seréis los primeros en salir y al acabar tenéis un espacio reservado en las butacas, para salir al final todos juntos en la última canción». Se refiere a la importante cita que tienen el sábado, 8 de junio, en el Teatro Afundación, día en que debutan junto a las otras formaciones que llevan el apellido Casablanca: Coro de Peques, Coro Juvenil, Geppetto, ellos, que son los Sonidos de la Memoria y la Coral Casablanca de toda la vida.
Sigue el ensayo con un mix de tres melodías de Los payasos de la tele: Había una vez un circo, Susanita tiene un ratón y Mi barba tiene tres pelos. El bolero Perfidia completa un repertorio que la semana que viene se redondeará con el himno gallego. No llevan partitura, casi ni consultan las letras que llevan fotocopiadas en folios. No las necesitan. Se las saben de memoria.
Un proyecto emocionante y renovador que regresará en septiembre
«Empezamos con 19 anotados y ahora ya son 26», recuerda Villar al terminar unos ensayos que funcionan con las partituras aunque haya pupilos que le pregunten semana tras semana quién es él. Pero el responsable de la coral saben que están haciendo algo importante y emocionante, y aunque admite que es agotador, también reconoce que disfruta de los beneficios de una terapia que es buena para todos.
Nacho Amoedo subraya que el proyecto tendrá un paréntesis en verano, pero regresará con las mismas ganas a mediados de septiembre, para seguir cubriendo un hueco sustancial social, ya que la música es uno de los «tratamientos» más efectivos.
Los primeros integrantes del Coro de la Memoria están vinculado a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de Galicia (Afaga), pero la iniciativa está abierta también a pacientes no adscritos a la entidad.
Gelucho, exfutbolista que jugó en el Rápido, en el Bouzas y en el Dépor, es uno de los últimos fichajes de este equipazo en el que une su voz con entusiasmo a las de Flora, Palmira, Gerardo, o Margarita.
«Nuestro objetivo es integrar a las personas con alzhéimer, a sus familias y voluntarios de la coral que representan a la sociedad, para conseguir la inclusión y el compromiso social. Con la música queremos trabajar los recuerdos y las emociones», indica el presidente de Afaga, Juan Carlos Rodríguez.