Revancha a tiempo para el Novás

M. V. F. VIGO / LA VOZ

VIGO

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Balonmano La suerte sonrió al equipo en la recta final para lograr salvarse

20 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Novás celebró el sábado un milagro que a priori parecía casi imposible. Los rosaleiros no solo necesitaban ganar su partido para continuar en División de Honor Plata de balonmano, sino que también dependían de otros resultados. Pero como reconoce su técnico, la suerte estuvo de su lado y encadenarán su segunda campaña consecutiva en la categoría. «La competición había sido muy cruel con nosotros y nos lo ha devuelto con una salvación increíble y merecida», indica Isma Martínez. «Parece que estaba escrito», añade con satisfacción.

Aunque hace unas semanas el técnico estaba convencido de que lograrían el objetivo, los resultaos de las últimas jornadas habían complicado las cosas más de lo previsto. «Intentas ser optimista, pero al no depender de ti mismo lo que puedes tener es ilusión y esperanza, pero no convicción», admite el mismo preparador con el que hace un año lograron el ascenso tras varias fases fallidas.

Y la jornada le dio la razón, aunque tuviera que ser con suspense. Porque la permanencia del Novás se sustenta en su propia victoria, la segunda consecutiva en los últimos instantes, y también al ajustado final, con empate en el marcador, entre Bordils y Sant Martí que permitía a los de O Rosal superar a estos últimos.

Esta manera de conseguir el objetivo sabe mejor teniendo en cuenta que a lo largo de la temporada el equipo fue experto en finales ajustados que la mayor parte de las veces caían del otro lado. «Desde fuera del club, aparte de nosotros y nuestra afición que nos transmitía ese ‘eu si creo’, pocos confiaban en nosotros. Pero lo perseguimos, creímos y nunca hicimos lo fácil, que era bajar los brazos», recuerda el técnico.

Plantilla y cuerpo técnico habían consensuado que lo mejor era no tener noticias de lo que ocurría en el resto de citas mientras el suyo estaba en juego. Conscientes de que si ellos no ganaban el resto daba igual, decidieron tratar de evitar que lo que los otros resultados les descentraran. «Todo pasaba por ganar y no nos iba a ayudar ni aportar nada fijarnos en otros partidos».

A los 58 minutos de partido, el entrenador sí quiso saber cómo iban las cosas para así gestionar el partido. «Pregunté a nuestro tercer entrenador por si nos servía el empate y así no arriesgábamos, pero no valía», cuenta. Durante la contienda, donde los nervios fueron una constante, llegó a estar convencido de que no tenían opciones. «Había mucho silencio en la gente, no noté el típico murmullo de cuando pasa algo. Aunque luego algún jugador me dijo que sí me le habían cantado algo», confiesa.

Una vez acabado el encuentro, todavía no terminó la angustia. «Fue muy surrealista, te vas a jugar al Quijote y acabas en el centro del campo intentando ver el partido en un móvil», relata. Cuando supieron del desenlace la explosión fue total. «Es el momento del año, o de muchos años. Se te pasa todo por la cabeza, gritas, saltas, te abrazas... Fue una gran alegría, muy comparable a la del ascenso», comenta.

Futuro

Isma Martínez cree que aunque tienen que sentarse, hay buena predisposición por parte del club, así como por la suya para su continuidad. Aun así, tiene claro que «la salvación no puede tapar las cosas que se han hecho mal, que deben ser corregidas independientemente de este final», recalca. Ademas, cree que «después de pagar la pardillada, las cosas deben ser más fáciles para el equipo» el próximo curso.