El fiscal ve recomendable hacer más controles de alcohol y droga a taxistas

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

El experto en Seguridad Vial de Galicia solo acusará si se detectan delitos de tráfico

16 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los últimos incidentes en Vigo con taxistas drogados o ebrios están bajo la lupa de la acusación pública. Preguntado sobre las medidas a tomar ante la proliferación de casos, el fiscal de Seguridad Vial de Galicia, Carlos Gil, ve recomendable incrementar los controles de alcoholemia y drogas a los taxistas después de los últimos incidentes detectados en Vigo. En dos casos, los conductores de transporte público circulaban drogados y en otro iba ebrio aunque en su día libre. Este último es un autónomo que perdió su carné durante ocho meses por orden judicial y planea jubilarse.

La Fiscalía solo tomará medidas penales y acusará por el delito correspondiente si ha lugar a ello a raíz de las investigaciones que se realicen. A parte de eso, no prevé más medidas, como inspeccionar al sector de este transporte público. Sin embargo, hace una excepción y no descarta recomendar a los agentes locales y los de Tráfico que se incrementen el número de controles a los autónomos a fin de disuadir a los chóferes y evitar que entren a prestar servicio bajo la influencia de bebidas alcohólicas o estupefacientes.

Este tipo de controles especializados también permitirían pillar a más infractores que salen a hacer carreras en malas condiciones. Se trata de ahorrar sustos a los pasajeros como aquella clienta que grabó a su conductor drogado y a gran velocidad por Beiramar y el túnel.

Además del castigo penal, las asociaciones de taxistas también están actuando contra los infractores a rajatabla y la primera medida ha sido apostar por retirarles fulminantemente las licencias. Si están contratados, la empresa les despide con causa justificada por la gravedad de los hechos.

A nivel judicial, uno de los casos se saldó con una pena mínima de multa de 720 euros, así como la retirada del carné durante ocho meses. Es el caso más favorable porque el taxista estaba de día libre y fue llevado a juicio rápido como un ciudadano normal. A los chóferes pillados de servicio les aplican una agravante porque trabajan en el transporte público.

Los casos de taxistas ebrios o drogados han causado gran alarma en la ciudad. La primera denuncia se cursó la pasada semana cuando una pasajera que tomó el taxi de madrugada en la calle Aragón se asustó al ver que su conductor tenía síntomas de embriaguez y cruzaba la ciudad a todo gas, superando los 100 km/h por la avenida de Beiramar. Fue un recorrido de cuatro kilómetros a velocidad de infarto. Dentro del túnel, llegó a 90. La mujer grabó con su móvil un vídeo de la aguja del cuentakilómetros y, al apearse, se lo mostró a la Policía Local. Tras localizar al taxista, le hicieron la prueba de alcoholemia y dio positivo en bebidas, así como en cocaína y cannabis. Una asociación de taxistas comunicó días después que el infractor era un asalariado y fue despedido inmediatamente.

Unos días después, el pasado fin de semana, fue localizado otro taxista drogado en un control policial. También otro ebrio.

Diversos colectivos de profesionales alzaron la voz para atajar estos excesos. Ahora, la Fiscalía podría presionar para chequear más a los autónomos.