La Festa da Lamprea ofrece solera y un título turístico como garantía

María Jesús Fuente Decimavilla
M. J. FUENTE VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

Arbo dedica este fin de semana al manjar más peculiar del Miño en todas las modalidades. El secreto de llegar a la edición 59 radica en el compromiso de los vecinos con la cita

26 abr 2019 . Actualizado a las 14:09 h.

? Alcanzada su 59 edición presume de ser la celebración gastronómica más antigua de Galicia, excluyendo las del vino albariño y condado, porque, según los vecinos, «eso no es comida». La Festa da Lamprea de Arbo no solo hace gala de su solera, sino del título de interés turístico nacional, que ostenta desde hace años. Una frontera que bien podría traspasar al ámbito internacional teniendo en cuenta la cantidad de población que de la otra orilla del Miño cruza el puente para acercarse a degustar uno de los manjares más cotizados del río. La afluencia de portugueses es tal, que ha llevado incluso a las autoridades locales a presentar la edición de este año en Lisboa.

A la oferta de los restaurantes de la localidad que habitualmente cuentan con este producto, se suman los puestos instalados en Arbomostra, donde se pueden degustar tapas con uno de los afamados vinos de la zona, de la denominación de origen Rías Baixas. Es la ocasión perfecta para probar la lamprea en todas sus variantes. Rellena a modo de fiambre y acompañada de salpicón, a la bordelesa (o bordalesa, como prefieren llamarla los oriundos), en empanada o simplemente seca, asada o a la brasa. Esta última modalidad es una de las preferidas de los arbenses, para la que suelen reservar las mejores piezas de la casa.

«Hemos procurado hacer un programa completo, a la altura de una fiesta de interés turístico nacional y que sirva como motor y apoyo a la economía local basada en la vitivinicultura, hostelería y turismo», comenta el alcalde, Horacio Gil. Reconoce que el arraigo de esta fiesta se debe al compromiso de todos los vecinos, desde los pescadores, pasando por los hosteleros y, en concreto, cocineros, y bodegueros. «No se entiende Arbo sin sus dos señas de identidad: el vino y la lamprea», apunta Gil.

El secreto de que nunca falle la lamprea en la fiesta radica en la generosidad de los pescadores. «Aunque el Miño es muy agradecido, puede variar un poco la cotización en función de la oferta, pero si no hay tanta, lo que hace el pescador es dejar menos piezas para casa», desvela el alcalde. Invita aprovechar la fiesta para disfrutar de la riqueza patrimonial y natural del municipio, como las históricas pesqueras del Miño, donde los pescadores capturan las lampreas, y el conocido como mirador da pesqueira dos frades, o simplemente para dar un paseo por los diferentes senderos que ofrece la localidad. Buena muestra de las expectativas que genera la celebración es que las casas de turismo rural ya colgaron el cartel de completo hace días.

Al reclamo gastronómico de la fiesta se suma el cultural, al ser cita en otros tiempos de personajes como Álvaro Cunqueiro, Celso Emilio Ferreiro, José María Castroviejo, José María Álvarez Blázquez, Isidoro Millán y Xosé Filgueira Valverde.