Indemnizan a un inscrito en la Holi Run que se coló por una alcantarilla en Samil

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Aqualia debe pagar al accidentado sus gastos médicos y devolverle el coste de la carrera de colores

23 abr 2019 . Actualizado a las 18:53 h.

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Vigo ordenó a la concesionaria Aqualia-FCC Vigo UTE a indemnizar a un corredor que se dirigía a participar en la Holi Run de Samil y que se accidentó al pisar una tapa de un sumidero que se hundió por el peso. La empresa de saneamiento tendrá que abonar al Hospital Povisa los gastos médicos del accidentado.

El siniestro se remonta al 25 de octubre del 2015. El reclamante caminaba por la avenida de Samil pero se coló por una alcantarilla cuando se disponía a participar en la carrera Holi Run, un evento privado que reúne a miles de participantes a los que tiñen con polvos de colores. Precisamente, el próximo 12 de mayo se celebra en Samil una nueva edición de la carrera más colorida.

El afectado contó que pisó una tapa de alcantarilla sita en la avenida de Samil, que se hundió y que le provocó lesiones. Una ambulancia lo trasladó al servicio de urgencias del Hospital Povisa, donde los doctores le diagnosticaron abrasiones postraumáticas y una contusión en el tobillo derecho. Estuvo siete días incapacitado para curarse y, además, reclamó los gastos de inscripción en la carrera en la que se proponía participar antes de producirse el accidente.

El perjudicado reclamó unos meses después, en marzo del 2016, la responsabilidad patrimonial al Concello de Vigo. El ayuntamiento estimó la reclamación pero culpó a la concesionaria del servicio público de abastecimiento y saneamiento de agua. La indemnización se calculó en 234 euros para compensar las curas y los gastos de la inscripción en la carrera. Sin embargo, el denunciante pedía además otros 380 euros del coste de la atención sanitaria en Povisa y que fue rechazada porque el paciente no presentó la factura.

El afectado pleiteó en el contencioso para obtener 622 euros y este le da ahora la razón. Considera que el demandante, tras su caída, no eligió el centro médico para su diagnóstico y tratamiento urgente. El centro médico le hizo firmar un compromiso de pago por 380 euros por la asistencia y pruebas clínicas. El juez concluye que aún no hay factura porque está pendiente de pagar y que Povisa se la tiene que remitir a Aqualia y no al accidentado, que no tiene culpa de nada por causa de un funcionamiento «anormal» del servicio público.