Promesa por tradición familiar

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

VIGO

cedida

El tenis de mesa es el deporte de los Pintos y Luisa, a sus 16 años, ya es subcampeona de España e internacional

12 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La tradición familiar se convirtió en la puerta de entrada de Luisa Pintos al tenis de mesa. Jugaba su padre, destacaba su hermano cuatro años mayor y en vez de mirar decidió coger la pala. Entonces tenía nueve años y ocho después se ha convertido en una de las grandes promesas de esta disciplina deportiva a nivel estatal ya que en su primer año de juvenil se proclamó subcampeona de España, acaba de ser convocada por la selección española como titular y en División de Honor -la segunda categoría en donde compite con el Illas Cíes- se mide de igual a igual a jugadoras extranjeras profesionales. En Galicia ha sido campeona por equipos, en individual y en dobles.

«Desde pequeña siempre jugaba bastante bien pero apenas entrenaba porque hacía otros muchos deportes y no le dedicaba mucho tiempo, pero cuando mi hermano comenzó a quedar muy bien en los torneos yo me puse a entrenar más porque teníamos una especie de pique», comenta Luisa sobre sus orígenes en un deporte que le acabó enganchando después de probar el patinaje, atletismo, fútbol, natación, baile y multideporte «pero me quedé con el tenis porque ya era una cuestión de tradición en la familia». Desde el primer día, la gondomareña tenía claro que el secreto para triunfar en un deporte de máxima exigencia era «la constancia y no dejarlo de lado. Aunque los resultados no salgan hay que seguir adelante», una idea que comparte al 100 % Héctor Costas, su actual entrenador. «Su principal característica es la dedicación y las ganas de trabajar. Lucha día a día», dice el técnico, que dirige sus pasos desde la pasada temporada pero que ya la conoció en sus inicios. «Estuve como jugador y esparrin en el club y la relación viene de atrás. Ya de pequeña apuntaba maneras y a este deporte si le dedicas tiempo, horas y ganas, al final los resultados acaban saliendo».

Luisa Pintos puso las ganas -entrena una media de dos horas y media cinco o seis días a la semana- y tenía cualidades para un deporte tan rápido, pero en los últimos tiempos y el salto ha sido espectacular. «Está mejorando mucho tanto la derecha como el revés, le corre mucho más la bola, en eso ha mejorado muchísimo. Este último año ha dado un gran salto en estas tres cosas», asegura el entrenador, que considera clave el grupo de entrenamiento en el que se mueve la tenista. «Tiene la suerte de contar con un grupo de trabajo muy bueno. En su equipo hay una extranjera que para entrenar es un lujo y a veces los jugadores de Superdivisión van entrenar con ellas. Hay un jugador ucraniano de la selección, un ruso muy bueno y con ellos de esparrin se mejora mucho».

Este nivel de exigencia le ha permitido entrar por la puerta grande en la categoría juvenil. Llegó al Campeonato de España al que solo acceden las 30 mejores y se hizo con el segundo lugar cuando todavía le quedan dos años más en esta categoría. «Es sorprendente que el primer año alcance estos resultados. Nadie la presionó pero salió todo de maravilla».

Luisa Pintos, además, no solo da la talla ante las tenistas de su edad, sino que en la liga de clubes con el Illas Cíes saca a pasear su gen competitivo ante las grandes. «Compite con ellas como se fuera de su categoría -dice Costas-. Es una luchadora, a veces incluso se presiona demasiado ella misma». Pero la gondomareña, tres veces internacional cadete, tiene entre ceja y ceja triunfar en este deporte -«me voy en nada con la selección, me gusta mucho competir»- pero al mismo tiempo quiere estudiar sabedora que el profesionalismo es una utopía -«me gustaría hacer un doble grado de fisioterapia e INEF, pero no lo sé seguro»-. Un portento en todos los frentes.