«Es difícil encontrar en España lo que me da el balonmano en Hungría»

m. v. f. VIGO / LA VOZ

VIGO

CEDIDA

Después de tres años en el Pick Szeged, cambia de club para el próximo curso, pero no de país

10 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A Pedro Rodríguez (Vigo. 1990) le gusta quemar etapas. El canterano del Octavio defendió durante un lustro la camiseta del Logroño antes de dar el salto internacional a Hungría. Tres años después, y coincidiendo con el fin de su contrato, este verano vuelve a mudarse. Deja el SC Pick Szeged para fichar por el Balatonfuredi convencido de que es mejor jugador que cuando hizo las maletas, pero con ganas de seguir creciendo.

-¿Tenía claro que su etapa en Szeged estaba terminada?

-Sí, ni el club me propuso seguir ni tampoco era mi idea, fue algo mutuo. Mi contrato acababa y quería cambiar, tenía ganas de otras cosas. Había recibido propuestas de Alemania y Francia que estaba estudiando, pero a última hora apareció esta otra de Hungría, que es un país donde mi familia y yo nos hemos sentido muy a gusto, y por qué no.

-¿Qué le atrajo del nuevo club?

-Mostraron un gran interés por contratarme, hicieron un gran esfuerzo. Aceptar alguna de las otras ofertas suponía empezar de cero en un país, con un idioma distinto e iba a ser complicado. Aquí todo el mundo habla inglés, que es un idioma que ya domino, y era la mejor opción.

-¿Serán similares los objetivos?

-Este otro club no juega Champions, pero sí EHF y pelearemos por estar en la fase final de la Copa. En la Liga, como todos los equipos, la meta será quedar lo más arriba posible.

-¿Cuál es su balance de estos tres últimos años?

-Muy bueno. A nivel personal he podido ganarle a algunos de los mejores equipos de Europa y pelear contra ellos durante todo el año. Hemos sido campeones de Liga y de Copa y estamos a dos partidos de hacer historia en Hungría entrando en la final four. Vine aquí a pelear por títulos y lo he conseguido, así que puedo decir que las cosas están yendo muy bien.

-¿Cómo ha evolucionado usted en todo este tiempo?

-Sobre todo he ganado en madurez y experiencia. Cada semana estás obligado a ganar, no por hacerlo en un partido te puedes permitir acomodarte porque a los dos o tres días casi siempre tienes otro. Es una sensación bonita la de saber que puedes ganar a cualquiera pero también perder, por lo que tienes que estar alerta siempre.

-¿Genera una presión añadida?

-La palabra exacta es responsabilidad. La presión la tienes en todos los sitios, porque en otro equipo se lucha por otro objetivo diferente. Aquí tenemos una masa social muy grande y tienes que pelear por ellos.

-¿Se vive de otra forma el balonmano en Hungría?

-Sí, porque en España hay clubes que llenan los pabellones, pero aquí, vayas al que vayas, está lleno y las sensaciones para el jugador también son diferentes. Cuando ganamos un título se congregan miles de personas no solo en la plaza, hasta en el aeropuerto. Y cuando ponen las entradas de un partido importante a la venta, se agotan en dos días. Es otra de las cosas que me hacen quedarme en este país.

-¿Está la selección entre sus objetivos?

-Piensas en ello, pero los que están lo están haciendo muy bien. Tuve la oportunidad de debutar y fue una experiencia bonita, pero no me obsesiona, lo que toca es trabajar en mi club y estoy satisfecho con mi rendimiento.

-¿Le gustaría volver a España en el futuro?

-No lo descarto, pero depende de muchas cosas. Estoy viviendo grandes experiencias en el extranjero y es difícil que en España te puedan ofrecer lo mismo.