Iago estrena el nuevo permiso de paternidad por 16 minutos

VIGO

Mercedes Moralejo

«¿No se podía esperar un día más?», pensó cuando su mujer rompió aguas, dos semanas antes de lo previsto. Finalmente, el parto se alargó y Leo permite a este vigués disfrutar de la baja de ocho semanas.

01 abr 2019 . Actualizado a las 14:07 h.

Un solo segundo provoca que un día se convierta en otro, que un mes se torne en el siguiente y, a veces, que un padre tenga tres semanas extras de permiso retribuido para cuidar de su hijo. Iago Bastos miraba el reloj con su mujer en el paritorio y, finalmente, los 16 minutos que pasaban de las 0.00 de este 1 de abril cuando Leo asomó la cabeza le valdrán tres semanas. No, no se llama así por Messi, aclara. Aunque, sí, lo ha puesto en la cabeza del nuevo permiso de paternidad. Iago es el primer padre que lo estrena y su hijo se llama Leo por Da Vinci, el genio universal.

Llegó de sorpresa. «¿No podía esperar un día más?», pensó Iago cuando su mujer, en cama la madrugada anterior, rompió aguas. Fue casi al mismo tiempo que el cambio de hora. Aquello parecía cosa de brujas, porque a Leo lo esperaban para el 16 de abril. Pero los embarazos son imprevisibles. Los partos también. El de Mili se alargó. Se pasó en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo más de medio día hasta que Leo Bastos Castro llegó con un permiso de paternidad de ocho semanas para su padre.

«Tengo que pensar cómo lo distribuyo», explica Iago, de 33 años. El decreto que aprobó el Gobierno de Sánchez el mes pasado indica que las dos semanas deben disfrutarse justo a continuación del nacimiento y que de las otras seis se puede disponer a lo largo del primer año en períodos de al menos una semana. En casa ya tienen una idea, que será que Iago pida ahora cuatro semanas y deje las otras cuatro para cuando Mili, de 30 años y autónoma, se reincorpore a trabajar. Así tendrán más tiempo en casa a Leo, que es el primer hijo de la pareja. Con suerte será en Vigo, adonde están a punto de mudarse. Actualmente residen en Salceda, pero ya están empadronados en la ciudad porque han comprado un piso. En las doce primeras horas del día 1 nacieron tres bebés en el Cunqueiro.

Rubén y David, a las puertas

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El que se queda a las puertas de estrenar el nuevo permiso, y por bien poquito, es Rubén Córdoba. «Por cuatro horas y dos minutos», concreta. Sí, se lo sabe de memoria. Vega nació a las 19.58 horas, a pocos metros de Leo. Lo suyo fue un visto y no visto, porque los padres llegaron al hospital pasadas las 18.00, también mirando el reloj.

Tampoco se puede decir que no se lo esperasen. Era ya la semana 41 del embarazo (la gestación normal es de 40 y en la 37 ya se considera un parto a término) y, de hecho, tenían previsto inducir hoy el alumbramiento. La pareja estaba paseando por la tarde y ella rompió aguas. Pero Rubén, de 31 años, se queda al menos con la sensación de ganar algo, porque tienen un niño de dos años y medio y cuando nació el permiso de paternidad aún era de dos semanas. Ahora disfrutará de cinco, que son las que estaban vigentes hasta ayer. «Está muy bien, se agradece, porque las primeras semanas es fundamental estar ahí». Claro, ocho están mejor.

El caso de Rubén Córdoba es especial porque acaba de quedarse en el paro y tiene derecho a la prestación por desempleo. Mientras coge la baja de paternidad, se suspende el paro. Cuando se termine, vuelve a cobrar la prestación por desempleo.

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Sí está trabajando David Castro, de 35 años, que también se queda con el permiso de cinco semanas. Aunque por poco. Estaba previsto que Nieves naciese dentro de un par de semanas, pero se adelantó al domingo. «Cuatro o cinco semanas de paternidad está bien, si no la empresa... ¡hay que mirar por las dos partes!», advierte David, que trabajaba en la construcción. Es un trabajo duro. «Muchos días paso catorce horas fuera de casa», reconoce. Por eso, más que un permiso de paternidad de ocho semanas, lo que prefiere es tener disponibilidad para faltar si el niño se pone enfermo. Tiene otra hija de catorce años, de una pareja anterior, pero como por entonces era autónomo no tuvo ninguna baja.