La cantidad de víctimas que superan los 65 años y se atreven a dar el paso creció un 33 % solo en el último año
26 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El incremento de los casos de violencia de género aún no ha conseguido frenarse, pero hay un dato relevante en los informes de este año que evidencia resultados positivos de las políticas contra el machismo basadas en la visibilidad y la denuncia. El número de mujeres mayores de 65 años en el Sistema de Seguimiento Integral Viogén era de 39 casos activos en la provincia en el 2017 y el 2018 se cerró con 52. Es un crecimiento del 33 % en un solo año. Estas cifras, confirmadas por la Subdelegación del Gobierno, indican que los resortes y apoyos puestos en marcha para respaldar a la mujer surten efecto. En la actualidad, hay más de un millar de mujeres, muchas de ellas jóvenes, que son víctimas activas de malos tratos.
«Ábrenseme as carnes cada vez que vexo os informes que me pasan neste mes. Hai unha porcentaxe elevadísima de denuncias, que se están a producir dende o ano 2017, de mulleres maiores de 62 anos. Esas mulleres levan sufrindo violencia de xénero toda a súa vida, toda unha vida de mala vida», denuncia la subdelegada del Gobierno Maica Larriba. «Empezan a denunciar porque comezan a sentirse arroupadas, e porque os seus fillos xa non dependen delas e xa non teñen que aguantar por eles. E porque moitas delas comezan a cobrar unha pequeniña pensión agraria, que polo menos lle permite comer todos os días. Este é un dato arrepiante», resalta Larriba.
La subdelegada del Gobierno apela a seguir trabajando en la visibilización y con la denuncia por bandera durante la presentación de la asociación 3 de Xullo, Todos Somos Vítimas, de Arbo, puntualizando que, «aínda que todos somos vítimas, as mulleres son as que son asasinadas». Larriba insiste en que la única forma de erradicar la violencia de género es con la implicación de toda la sociedad y agradece el arrojo de las 52 mujeres mayores de 65 años que denunciaron el año pasado. «Elas son a parte máis débil de toda a cadea, e sobre todo no rural, que empezan a atreverse a denunciar e non foi hai un ano cando comezaron a sufrir a violencia, lévana sufrindo toda a vida», advirtió.
La subdelegada recuerda la necesidad de implicarse. «Unha vítima pode bloquearse, ou ter sentimentos de culpa ou medo. As mulleres teñen que saber que non están soas para que sexan capaces de saír dese círculo diabólico».