Recupera los 60 euros de un catastrazo que le cobraron por una casa demolida

Monica Torres
mónica torres REDONDELA / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

Hacienda reclamaba a un redondelano que regularizara la construcción inexistente

16 mar 2019 . Actualizado a las 19:47 h.

En febrero del 2017, el Ministerio de Hacienda envió una carta a Roberto Villar, para que regularizara la situación de su vivienda en Chapela. El trámite no tendría mayor recorrido sino fuera porque le estaban ordenando que pagara por una casa que, a esas alturas, ya ni existía.

La que había sido hogar de cinco generaciones de una misma familia había caído con la piqueta el año anterior, ya que fue una de las sentenciadas por las obras de ampliación de la AP-9. Este vecino de Chapela, que tras la expropiación tuvo que irse a vivir a Vigo, ha tardado dos años, «días y noches aprendiendo leyes», en conseguir que la justicia le dé la razón y le reintegren la tasa del catastrazo que tuvo que pagar primero para poder reclamarla.

El supuesto trámite se convirtió en una auténtica odisea, «que sen dúbida valeu a pena porque a administración non se pode querer rir así de un, sobre todo cando se lle está avisando porque eu dende o principio expliquei que a casa xa non era nosa, pero ata aquí tivenos que chegar». Tras agotar la vía del diálogo tuvo que acudir con medios propios al Tribunal Económico Administrativo Regional de Galicia, que le da la razón tras revisar un expediente de treinta páginas redactado por él mismo aprendiendo sobre la marcha de leyes.

«Foron moitas noites sen sono aprendendo leis porque eu non son abogado nin xestor nin nada así pero tampouco podiamos gastar máis nos trámites que nos sesenta euros que nos debían. Ademais, a nosa loita era unha cuestión de dereitos humanos, porque falamos de fogares e de vidas e sentimentos, unha leción que tamén aprenderon os meus fillos e que confío sirva para que cada vez máis xente reclame o que é de seu», indica Roberto Villar. «Levamos unha década enteira sufrindo os despropósitos de Fomento», asegura.

Aquella sorprendente misiva llegó el 17 de febrero del 2017, es decir casi ocho meses después de que el inmueble fuese demolido. Con la carta le exigían el abono de 60 euros, que era la tasa que cobraba la empresa a la que Hacienda le había encargado el trabajo de campo. La interpretación «incorrecta», una vez que ahora el juzgado le da a él la razón, de las fechas en las que se sucedieron los trámites para llevar a cabo la construcción del nuevo carril de la autopista a su paso por Chapela, le obligó a emplearse a fondo para defender su argumentación.

«No catastro dicíanme que no Boletín Oficial do Estado publicárase a revisión do catastro o 30 de novembro do 2015 polo que tiñamos que pagar xa que os papeis da expropiación firmáronse en febreiro do 2016», recuerda. No le sirvieron entonces sus razonamientos aunque llamó a todas las puertas, pero ahora sí le han ratificado que tenía razón desde el principio.

«Aínda que se asinaran os papeis no 2016, a lei di que, se o propietario non acude a sinatura da acta previa, pasa directamente nese momento a estar expropiado, e así foi o 28 de outubro do 2014, polo que realmente foi nesa data cando a casa deixou de ser nosa e Audasa nin sequera cumpriu tampouco coa súa obrida de dar a casa de baixa no castastro», explica.

Ha ganado el primer asalto y ahora, con un automáster sobre el tema, está más que dispuesto a seguir la cruzada reclamando ahora los pagos que, por importes similares, le cobraron en los ejercicios 2015 y 2016, cuando ya ni siquiera vivía en Redondela. «E non só mos reclaman a min senón a outros doce veciños aproximadamente da parroquia que espero que tamén reclamen a devolución», avanza Roberto Villar predicando con el ejemplo.

Algo similar le pasó con la oficina de recaudación de la Diputación de Pontevedra, conocida como el ORAL. «Tivemos que dala nós de baixa cando eran os adquirintes quen tiñan que telo feito, e pagala taxa para poder reclamala despois».