Javivi, el vigués acusado de ser un estafador sexual, suma 15 denuncias

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

CAPOTILLO

Sacaba fotos a las tarjetas de crédito de hombres con los había ligado por Internet

12 abr 2019 . Actualizado a las 16:46 h.

El detenido J.B.P., Javivi, bautizado como el estafador sexual de Vigo, acumula más de 15 denuncias de afectados en la ciudad pero se cree que podría sumar más en las comarcas cercanas. Eso sin contar los que podrían callar por vergüenza. La mayoría de las víctimas son hombres con los que el implicado ligó por Internet. Aprovechaba los descuidos en la intimidad para copiar datos bancarios de los perjudicados, que luego usaba para sacar dinero de sus cuentas o comprar por Internet a su nombre. Cuando el titular recibía cargos no autorizados, Javivi ya estaba lejos.

La Policía Nacional concluye que el sospechoso ha refinado mucho sus técnicas para no dejar ni rastro y evitar que sus víctimas lo relacionen con sus estafas. Usa técnicas clásicas del espionaje, propias de una película de James Bond. Por ejemplo, antes sustraía sigilosamente la cartera a sus víctimas cuando las visitaba en su casa pero eso delataba rápidamente al invitado. Ahora es más cuidadoso y aprovecha un descuido del titular, por ejemplo, cuando está dormido, para revolver en su cartera y fotografiar con su móvil los datos numéricos de las tarjetas bancarias, incluidos los códigos requeridos para comprar por Internet. De esta forma, el titular no se entera de nada hasta pasado mucho tiempo. Además, si robase la tarjeta, tendría poco margen de tiempo para actuar ya que el titular podría correr a anularla.

Todo apunta a que el implicado solo sustrae el DNI a sus víctimas porque, generalmente, no sospechan de su invitado y creen que han extraviado el documento de identidad por la calle. Solo tienen que ir a renovarlo.

También pulió la siguiente fase de la estafa. Una vez que había fotografiado los datos de la tarjeta de crédito, usaba la numeración y códigos para ir a una tienda de telefonía y dar de alta una línea a nombre de la víctima. El objetivo era que cada vez que retirase dinero de un cajero o hiciese una compra, el aviso del banco llegase al teléfono recién comprado. Aunque el banco creía que alertaba a la víctima, en realidad la anotación contable iba dirigida al teléfono controlado por el estafador. De esta forma, la víctima no se enteraba de que le estaban desvalijando la cuenta o cargando compras en Internet sin autorizar.

El implicado usaba más trucos para borrar sus huellas. Un problema es que los cajeros automáticos pueden estar vigilados por una cámara del banco. Así, si iba a retirar dinero de la cuenta de otra persona, tarde o temprano la policía revisaría las imágenes y lo reconocería porque ya está fichado. Suma siete arrestos anteriores y tiene, al menos, una condena por el mismo tipo de delito. El truco que ideó fue entrar en el cajero con una gorra calada para tapar su cara y, si era grabado, despistar a la policía.

También buscó soluciones para evitar que saltase su nombre al comprar en Internet con dinero ajeno. Tenía que lavar su rastro. Para blanquear el botín, lo ponía a nombre de terceros sin vinculación directa con él. Por ejemplo, la policía cree que tras sustraer dinero de una cuenta, compró una motocicleta pero la registró a nombre de otra persona.

Pese a tomar tantas precauciones, la Policía detectó su rastro cuando el implicado, supuestamente, usó dinero ajeno para comprar robots de cocina a 1.500 euros cada uno. Poco después, los revendió a 800 euros a los cazadores de gangas. La venta la cerró a su nombre y... lo pillaron. Ahora, está pendiente de si ingresa en breve en prisión.

En declaraciones posteriores, Javivi quiso aclarar que hay acusaciones contra él con las que está totalmente en desacuerdo y que no responden a la realidad.