«Foi como pisar o mesmo ceo»

la voz VIGO

VIGO

Oscar Vázquez

Chus Lago y Verónica Romero regresaron a Vigo satisfechas tras 24 días de sufrimiento con la travesía de Compromiso por la Tierra por el lago Baikal

01 mar 2019 . Actualizado a las 18:46 h.

Una travesía de 25 días por Siberia es «coma un parto», explicaron ayer Chus Lago y Verónica Romero a su regreso a Vigo tras completar la aventura de Compromiso con la tierra junto a Rocío García ?que se despidió de ellas en Madrid rumbo a Granada?. Por eso aunque ha sido casi un mes de sufrimiento en condiciones extremas, ya garantizan que habrá más. Lo confesaron después del «¡no nos dejéis volver!» de Lago, que bromeaba nada más pisar la terminal con que «igual hay que cambiar de deporte, montar a caballo o algo así» para luego dejar claro que la satisfacción de haberlo logrado hace que la parte negativa se olvide en unos días.

Pero ayer aún estaba muy fresca en sus memorias. Admitieron las dos alpinistas que los primeros días fueron especialmente complicados y que se encontraron con circunstancias inesperadas. «A experiencia foi brutal, moi bestia, con moito frío e imaxes difíciles de explicar se non o vistes cos vosos propios ollos», introdujo Romero. Recurrió en varias ocasiones a la palabra sufrimiento para explicar cómo se había sentido, pero añadiendo que está «moi feliz de poder completar» la travesía.

El frío fue el mayor enemigo al que tuvieron que plantar cara. «Os primeiros días foron, entre comillas, interesantes de máis. Houbo principios de conxelación, temperaturas baixas e grietas que poden medir quilómetros e que é case unha ciencia resolver como as pasas», profundizó Lago, señalando que no contaban con hallar tantas durante la travesía. En las primeras jornadas sufrieron rotura de materiales y les aparecieron en los pies «unhas ampollas incribles», todo consecuencia de unas temperaturas de 40 grados bajo cero con sensación térmica que podía llegar a los 50 negativos.

Las expedicionarias vivieron la sensación de caminar sobre el hielo viendo los peces nadar debajo, con todas las precauciones a la hora de avanzar. «Nun lago normal, o xeo transparente negro significa que non podes pisar, porque tes uns centímetros e vas caer. O Baikal é especial, non ten turbidez e pode ser que sexa medio metro, pero necesitas ir entendendo o medio, tes que estar moi segura», detalló Lago. Debían tomar decisiones como dónde dormir, siempre con el riesgo de que el hielo quebrara. «As grietas son activas polo cambio de temperatura e escoitábalas por debaixo da orella cando intentabas durmir. Era un burbulleo enorme, coma unha caldeira», describió.

Otra sorpresa fue que no hubo ninguna tormenta ni tampoco nieve. «Todo era xeo, que por un lado está moi ben porque permite avanzar rápido, pero non podes facer un muro de protección para parapetarte», indicaron. Cuando se acercaban a la costa veían pisadas de animales que no eran los que ellas imaginaban. «Criamos que serían dun zorriño, unha raposa, un lince... Os pescadores dixéronnos que eran de lobo siberiano e non tivo gracia, porque non chegamos a velos, pero as pegadas estaban por todas partes», dijeron aceptando que hubiera sido «unha bonita imaxe para traer», pero que preferían no haber tenido oportunidad de tomarla.

Lago aseguró que está expedición ha sido para ella de las mejores tras afrontar alrededor de treinta y Romero comentó que «nunca vivira algo tan espectacular, coa combinación do xeo e as montañas nevadas foi como pisar o mesmo ceo». Orgullosas del equipo que forman con Rocío y de haber sabido «estar máis unidas ante as dificultades», anunciaron que Compromiso con la tierra seguirá. Además, la recién terminada expedición quedará inmortalizada en un documental.