12 colegios de Vigo, obligados a improvisar las actividades al carecer de patios cubiertos

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Más de un millar de escolares carecen de espacios adecuados en los recreos los días de lluvia

02 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La falta de patios cubiertos complica los recreos en una docena de colegios de la ciudad, sobre todo cuando llueve. Más de un millar de estudiantes carecen de un espacio adecuado para disfrutar sin mojarse de ese tiempo de descanso que disponen a media mañana. Los pasillos interiores, los gimnasios o las salas de usos múltiples se convierten en los lugares donde resguardarse cuando la lluvia les impide salir fuera. Esta circunstancia supone todo un trastorno para los profesores, que deben improvisar actividades, porque normalmente los niños no puedan correr ni saltar en estos espacios cubiertos.

El alcalde, Abel Caballero, asegura que dotar de lugares de recreo cubiertos en los colegios es una competencia de la Xunta que no atiende. Las comunidades escolares confían en que algún día respondan a sus peticiones y, mientras tanto, tratan de arreglarse como pueden. Por ejemplo, en el colegio de Fonte Escura, cuando llueve los niños desde el tercer curso se meten en un pasillo a jugar, mientras que los de infantil, primero y segundo acuden al gimnasio. «Nos supone un trastorno porque el espacio que tenemos es el que es y no pueden jugar a nada motriz. A muchos niños sí que les viene bien tener un espacio y un momento para deshaogarse de esa inquietud de moverse», afirma la orientadora del centro, Sara Veiga.

En el colegio Frián de Teis, con 345 alumnos, no disponen de un lugar amplio para soltar a los alumnos en los tiempos de descanso durante los días de lluvia. Aquí los recreos se hacen en tres turnos diferentes. Tienen una pequeña zona cubierta donde no caben todos. Además de un arenero, «pero no les dejamos jugar al balón y siempre tenemos prolemas con ellos», afirma Olga Alonso. Este centro ha pedido un patio cubierto en una pista de la zona superior. El director del colegio Celso Emilio Ferreiro, José Casas, también ha solicitado que se cubra una parte de un campo. «Tenemos un campo de arena muy grande e irregular que cuando llueve se encharca y hace dos veranos apareción un socavón de metro y medio de profundidad», afirma. Los alumnos aprovecharían este espacio cubierto para no estar a la intemperie o tener que dirigirse al pabellón de deportes, que no es el lugar adecuado. El director dice que cuando llueve «se trae mucha cantidad de tierra y arena, lo que influye en el trabajo de limpieza y el polvo daña el material informático».

El colegio Valle-Inclán utiliza los soportales, pero no son lo suficientemente grandes para que quepan y jueguen cómodamente todos los alumnos. La secretaria del colegio Saladino Cortizo, Ana Celeiro, afirma que usan espacios cubiertos como el salón de actos o el polideportivo. Supone una molestia porque al tener que usar varios espacios, hay que repartirse entre ellos para que se encuentren vigilados. En el colegio Otero Pedrayo buscan actividades alternativas como organizar juegos de mesa para que los escolares estén entretenidos pero sin descargar toda su energía.