San Blas se celebra este año en Vigo con la expectativa de que sea declarado de interés turístico

María Jesús Fuente Decimavilla
María Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

La romería de la entidad menor de Bembrive es una de las más concurridas

01 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La celebración de San Blas llega este año a Bembrive con la expectativa de lograr la declaración de fiesta de interés turístico de Galicia, tras conseguir recientemente pasar la última criba en el Consello Galego de Turismo. Este es el paso previo a su declaración definitiva, que deberá materializarse en el Consello de la Xunta, según confirmó ayer la Consellería de Cultura e Turismo.

Aunque el día propio de la fiesta es el domingo, la comisión de fiestas espera que mañana ya sea mucha la afluencia de público, según comenta el presidente, Roberto Ballesteros.

Sobre la declaración de interés turístico destaca que «no deja de ser una forma de relanzarla y de enfocarla más al ámbito gastronómico y tradicional, aunque lógicamente se mantenga su carácter religioso. Le puede dar ese toque de calidad necesario». Calcula que en total se podrán visitar 22 furanchos, la mayoría de los cuales tienen abiertas sus puertas entre el 11 de enero y el 3 de febrero.

En ediciones anteriores se han calculado entre quince mil y veinte mil los litros que se despachan, algo difícil de cuantificar. «Cada furancho es un mundo, lo que está claro es que el vino y la cacheira están asegurados, que son los dos productos más típicos», explica Ballesteros. No cree que el mal tiempo afecte mucho, ya que la parte lúdica tiene lugar bajo cubierta, en los propios furanchos, y las actuaciones se ofrecen bajo una carpa. Entre los furanchos los hay muy antiguos, pese a que algunos han cambiado de manos. Otros, como A Blasa, han logrado labrarse buena fama en apenas ocho años. «Ponemos a la venta unos 400 litros de vino, que se despachan en veinte días», comenta Samuel, su propietario.

La parte religiosa del programa incluye el domingo misas cada hora desde las 9.00 a las 12.30, que tiene lugar la solemne oficiada por el obispo de la diócesis de Tui-Vigo, Luis Quinteiro y cantada por la coral San Roque. Acto seguido saldrá la procesión en la que se suelen congregar cientos de fieles para bendecir los pañuelos y preservar las gargantas. Por la tarde continuarán las misas a partir de las 17.00 horas.

La organización recomienda utilizar el transporte público, ya que la calle se cortará el domingo a las 10.00 horas.