O Marisquiño duda de su continuidad por las pérdidas y su director deja el cargo

Carlos Punzón
C. Punzón VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

La organización audita la viabilidad del festival y su imagen, afectada por el siniestro

31 ene 2019 . Actualizado a las 10:12 h.

La celebración este verano de O Marisquiño está en el aire. Las pérdidas económicas acumuladas en las sucesivas ediciones y los efectos que el accidente del pasado agosto han causado en su imagen y logística, generan suficientes dudas a sus organizadores como para reconocer ahora que están estudiando si se celebrará de nuevo o no el evento de cultura urbana y deportes de acción.

A la incertidumbre que reina sobre la continuidad de O Marisquiño se suma también desde ayer la marcha de su dirección de Carlos Domínguez Piti, el promotor del festival desde sus orígenes, que delega sus funciones en el hasta ahora segundo de la organización, Joako Ezpeleta. En su comparecencia de la semana pasada en la comisión de investigación que el Parlamento de Galicia creó para dilucidar responsabilidades institucionales en el accidente que causó 467 heridos, Domínguez anunció que daría un pasó atrás y que no volvería a vincularse públicamente con el desarrollo del festival. «Estoy realmente sin ilusión de continuar con el Marisquiño», llegó a asegurar entonces, al tiempo que manifestaba sus dudas sobre la continuidad del evento por la situación de «pérdida de patrocinadores» y de «falta de apoyo de algunas administraciones», en alusión a la Xunta.

El nuevo equipo aprovechaba ayer el anuncio del cambio de dirección para indicar que su «primer objetivo será realizar un estudio en profundidad sobre la viabilidad de la próxima edición de O Marisquiño en el verano de este año». Los organizadores se dan «unas semanas» para evaluar «si el festival puede celebrarse», aunque al mismo tiempo piden a las instituciones que han apoyado el evento «la mayor implicación posible» para que se mantenga en Vigo el próximo agosto «y los siguientes».

La ubicación del festival se ha convertido en un problema también para sus promotores, al inclinarse inicialmente por volver a la playa de Samil, donde nació, y así no quedar constreñida en su actual ubicación portuaria, donde además el muelle desplomado sigue sin ser reconstruido. «Si se lo quieren llevar a Samil, el Puerto encantado», llegó a señalar este mes el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Enrique López Veiga, aduciendo los problemas que la instalación del festival causa, según su criterio, al transporte de carga a los muelles olívicos.

El Concello de Vigo, sin embargo, considera que no se puede cerrar durante una semana una parte relevante de la playa de Samil, la más transitada de la ría, y sus aparcamientos.

El frente abierto entre O Marisquiño y la Xunta pesa también en la continuidad del evento de deporte de acción. En noviembre la dirección del festival anunciaba la práctica ruptura de su vinculación con el Ejecutivo autonómico, aludiendo al «desinterés de la Xunta por invertir en el mayor evento de cultura urbana y deportes de acción del sur de Europa por causas exclusivamente de política local».

O Marisquiño cree haber generado «más de 16 millones de euros al comercio y la hostelería de la comarca». «Sería una pena que Vigo y Galicia pierdan la oportunidad de albergar estas importantes competiciones», dicen.