La microhuerta de las delicias vegetales

Alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Francisco Quinzán y Fabiola Flores crean una empresa de cultivo de brotes vegetales que suministra a 25 restaurantes

06 may 2019 . Actualizado a las 13:46 h.

Mejoran la presencia de los platos, tienen un alto poder nutritivo y, además, saben bien. Son los microbrotes vegetales. Dos emprendedores aportan con su cultivo valor añadido a 25 restaurantes de Vigo, a los que suministran semanalmente su producción cosechada por ellos mismos.

Francisco Quinzán es ingeniero químico industrial de Chantada y Fabiola Flores es de Chile. Se conocieron en el país latinoamericano, donde Francisco vivió una temporada mientras estuvo empleado en una empresa química. Posteriormente, viajaron a Estados Unidos y allí conocieron el negocio de los microbrotes. «Son la fase intermedia entre los germinados y las verduras baby. La planta ya tiene las primeras hojas que se llaman cotiledonios. Además de ser bonitas estéticamente, tienen un sabor muy concentrado y unas grandes propiedades nutricionales», explica Fabiola.

Su uso en la gastronomía está muy extendido en América. Se pueden encontrar en cualquier mercadillo de barrio y mucha gente lo cultiva en sus casas. Sin embargo, en España la oferta es prácticamente nula. Ambos vieron que podían hacerse un hueco en el mercado con este producto trabajando desde Vigo. Y así fue como crearon la empresa Vivegreens, la primera en Galicia dedicada a la producción y venta de microbrotes. Recientemente han recibido asesoramiento empresarial gracias al programa municipal de Vigoemprende.

Primero empezaron cultivando microbrotes para su propio consumo y poco a poco fueron aumentando su producción para ofrecerla a los restaurantes de la ciudad. Empezaron de cero visitando personalmente a restaurantes y cocineros. Las respuestas que obtuvieron de los chefs fueron muy positivas. «Como es un producto vegetal que dura poco, les pareció interesante que les pudiéramos abastecer en lugar de comprarlo a empresas de Madrid o de Barcelona.

Nuestra ventaja es que cosechamos y entregamos. El producto llega ultrafresco a la cocina del restaurante», señala Fabiola. Hoy en día siguen siendo ellos quienes entregan la cosecha directamente a sus clientes. «Ha sido clave porque hemos podido atender las necesidades de nuestros compradores y adaptar nuestra producción a lo que quieren», afirma Francisco.

Llevan a cabo esta actividad en una pequeña estancia en la que aprovechan el espacio al máximo. El cultivo es interior en un sistema cerrado en el que logran crear las mejores condiciones para el correcto desarrollo de las plantas. En su pequeño laboratorio de vegetales les proporcionan una luz y temperatura constantes y dosis de riego muy medidas para así generar un clima idóneo para que las plantas puedan crecer al largo de todo el año, simulando que es verano los 365 días del año.

Empezaron con muy pocos medios pero poco a poco han ido completando su equipo de cultivo y ya están pensando en mudarse a un lugar más amplio para adaptarse a una demanda que va aumentando. Utilizan un método de cultivo vertical urbano con bandejas con un sistema de hidroponía para optimizar el uso de agua. «Al principio compramos una estantería. La demanda fue creciendo gracias al boca a boca y después de seis meses ya tenemos cinco estanterías y necesitamos movernos a un espacio más grande para poder abarcar los alrededores de Vigo y abastecer a toda Galicia».

Además de sabrosos y sanos, sus microbrotes son muy fotogénicos, de ahí que Instagram se haya convertido para ellos en una herramienta fundamental para darse a conocer. «Es lo que más pega porque lo nuestro es un producto muy vistoso y es perfecto para las fotos», afirma Fabiola. Los chefs valoran que son un complemento visual muy interesante con toda una gama de sabores, como el ácido, el picante o el dulce. Trabajan con variedades como el rábano, la rúcula, el girasol, el brocoli, mostaza, berro, guisantes, remolacha, zanahoria, borraja o eneldo. «Además de la explosión de sabor, queremos transmitir el valor nutricional de estas plantas», señala Fabiola. Los restaurantes reciben puntualmente de sus manos las cajitas de 50 o de 25 gramos con una mezcla de todas las variedades.

Francisco y Fabiola están pensando en dar un nuevo paso e introducir en los restaurantes los brotes vivos en macetas para que los propios cocineros los corten en el momento en el que lo necesiten y obtener así el máximo de frescura en sus recetas. Los dos complementan además sus ingresos trabajando en el análisis de datos de Internet para potenciar los motores de búsqueda de Google, otro cultivo menos vistoso, pero que ha enraizado en la vida de todos.