Fomento pone vallas inseguras para motoristas con la reforma de la A-55

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

El Congreso aprobó en 2017 una propuesta de Ciudadanos para sustituir los guardarraíles

21 ene 2019 . Actualizado a las 13:34 h.

Las obras de reforma de los accesos de la A-55 entre Vigo y O Porriño han contemplado la instalación de nuevas barreras metálicas de protección que no cuentan con sistemas de protección para motoristas. El colectivo Stop Guardarraíles lamenta que no se haya tenido en cuenta un compromiso que asumió el Ministerio de Fomento en una de las carreteras más peligrosas del país.

El Congreso aprobó hace dos años una moción de Ciudadanos por el cual el Gobierno central se comprometía a sustituir de manera inmediata los guardarraíles en los tramos de mayor riesgo de las carreteras españolas. El acuerdo sucedió poco después de que una iniciativa ciudadana nacida en Vigo presentara en la Moncloa más de 135.000 firmas de apoyo.

El objetivo de la propuesta que defendió la parlamentaria Irene Rivera era cambiar los guardarraíles por los conocidos SPM, unas bandas metálicas que se colocan en la parte inferior de las vallas de protección y que impiden que el cuerpo del motorista pase por debajo o que impacte contra las sujeciones con el riesgo de sufrir amputaciones. Muchos moteros mueren al impactar contra los anclajes de las vallas.

La propuesta de Ciudadanos preveía además informar a los motoristas por todos los medios posibles de los tramos más peligrosos e identificarlos incluso con marcas viales. Tampoco se ha señalizado el peligro en puntos de alta siniestrabilidad como las curvas de Tameiga o las del Molino.

Marcelo Silvera, portavoz de la plataforma Stop Guardarraíles, critica que «hicieron las obras sin contar con la seguridad de los moteros». La solución en los tramos curvos siguen siendo barreras de hormigón que también son un peligro para los usuarios que circulan por la vía. «Es un sistema de protección pasiva que funciona para los coches, pero a los motoristas nos redirige hacia el interior de la calzada con el peligro de que nos atropelle el coche que venga detrás», afirma. Señala además que los márgenes de la calzada «tienen muchísima gravilla que me imagino que son restos de la obra, que para nosotros también constituye un problema porque si por cualquier razón tienes que arrimarte al arcén puedes sufrir un derrape». El colectivo de moteros continúa pidiendo que se cumpla el acuerdo aprobado en el Congreso en marzo de 2017 y que tanto en la proyección de nuevas carreteras como en las reformas de los viales antiguos se vayan eliminando estos sistemas de protección que no les ofrecen ninguna seguridad.

Sin luces

El proyecto de mejora de la seguridad vial de la A-55 tampoco ha previsto la iluminación del tramo de Mos. Al dejar atrás el término municipal de Vigo, la oscuridad envuelve a los conductores durante las horas nocturnas en el tramo donde se produce el mayor número de accidentes.

El Ayuntamiento carece de medios para afrontar el suministro eléctrico para iluminar el recorrido de la de doble calzada que atraviesa su territorio, mientras que Fomento, por ley, solo está obligado a iluminar los accesos.

La A-55 es una de las que concentran el mayor numero accidentes de todas las autovías. Las curvas que hay entre Vigo y O Porriño concentran el 80 % de los siniestros que se producen a lo largo de todo el vial. La mayoría son salidas de vía y choques por alcance. Según el último informe publicado por Automovilistas Europeos Asociados, el kilómetro 12 se mantiene como el punto negro con más accidentes.

Stop Guardarraíles se disuelve: «dejamos la lucha cansados de recibir palos»

La plataforma Stop Guardarraíles se disuelve. La portavoz May Aguilar y sus colaboradores cierran la campaña después de haber conseguido más de 140.000 firmas de apoyo en favor de la supresión de las vallas peligrosas para los motoristas. La despedida oficial tendrá lugar mañana martes en el canal especializado en motos de Youtube MotoExperienciasTV. «Dejamos la lucha porque acabamos cansados de llevar palos, de la falta de unión del colectivo y de que prometan y hagan demasiado despacio», afirma May Aguilar. Las vidas de los impulsores de esta iniciativa ha cambiado durante los últimos años y ya no disponen de tiempo. «Creemos que debemos dejar a los que saben, la Asociación Mutua Motera, que sigan con esta lucha que no hemos empezado nosotros porque ya viene de atrás. Nosotros nos vamos superorgullosos de lo conseguido en Galicia», añade. Aguilar valoró como un gran logro haber llevado su reivindicación al Congreso de los Diputados o la reunión que mantuvieron con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que atendió su petición. «Hemos hecho lo que hemos podido y con nuestros propios medios, sin ningún tipo de subvenciones, todo ha salido de nuestros bolsillos, pero ya no podemos más», asegura.

La portavoz de la plataforma valoró que los éxitos de la campaña «han sido mérito de todos y cada uno de los firmantes».