El Concello y la Xunta le conceden ayudas para poder pagar la renta
11 ene 2019 . Actualizado a las 17:06 h.Aicha El Founti, una mujer maltratada madre de tres hijos de 7, 10 y 11 años que ha sido desahuciada en Vigo, se está mudando a una nueva vivienda que le ha sido alquilada por un ciudadano que se sensibilizó con su situación. La mujer, que tiene protección policial y que no tiene miedo de darse a conocer, llegó a Vigo en el año 2006 y separó de su marido tras varios incidentes violentos. Tras varios años como empleada de hogar, se quedó sin trabajo. Como no le llegaba el dinero dejó sin pagar el arrendamiento de su piso en Teis y ahora se va a mudar a otra casa en Travesía de Vigo por la que tendrá que abonar 450 euros al año.«Voy a pagar la renta gracias a la ayuda del Concello y de la Xunta», explica esta mujer que anhela un contrato de trabajo para conseguir estabilidad económica y no volver a recaer en la situación de desahucio.
El Concello le dio el año pasado dinero para dos mensualidades y la Xunta contribuye con el alquiler para que pueda pagar la mitad de la renta mensual. El contrato que ha firmado es por cinco años.«Tengo unos ingresos de 650 euros al mes por las ayudas que recibo pero lo que quiero es poder trabajar», cuenta la mujer que asegura que sus hijos están «contentos» porque se mudan a una zona cercana y van a poder acudir al mismo colegio donde tienen a sus amigos y además «ahora vamos a tener ascensor», del que no disponen en Teis donde tiene que subir cuatro pisos por las escaleras.
Aicha se entrevistó antes de ayer con la responsable de Servicios Sociales del Concello que le tendió la mano: «Me dijo que me iban a apoyar en todo», señaló Aicha. En la mudanza, que se va a prolongar durante todo el día de hoy le están ayudando algunos amigos y la Federación de Asociaciones de Vecinos, que ha conseguido una furgoneta para que pueda trasladar sus enseres a la nueva vivienda. Entre los que están colaborando a que pueda establecerse en un nuevo hogar está Juan Carollo, líder de la acampada contra la pobreza y Óscar Álvarez, vocal de la asociación de vecinos de Freixeiro.«Estamos echando una mano en lo que podemos», señalan mientras mueven somieres y cajas llenas de juguetes y cachivaches de los niños.