Vecinos de O Calvario exigen que el albergue de Dignidad para indigentes no se abra si incumple la legalidad

María Jesús Fuente Decimavilla
M. J. Fuente VIGO, LA VOZ

VIGO

Marcos Canosa

Han recogido casi un millar de firmas, que presentaron en el Concello

05 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La posible reapertura del albergue para personas sin techo de la organización Dignidad preocupa a los vecinos de O Calvario. Comunidades de la calle Toledo, en la que están situadas las instalaciones, han recogido casi un millar de firmas, presentadas en el Concello, para exigir que, en caso de que vuelva a abrir sus puertas, sea con todas las garantías legales.

«No es que no queramos un albergue, nos negaríamos igual si fuese para otro uso y no cumpliera la normativa. Queremos un local que se ajuste a la ley, que tenga salida de emergencia, salida de humos, rampa de acceso... y eso aquí no es posible. La ley tiene que ser igual para todos», indica Antonio Rodríguez, uno de los portavoces de los vecinos.

No entienden cómo se ha permitido invertir en un proyecto que era inviable y que ahora se encuentra paralizado. «Un técnico y yo fuimos a ver el proyecto al Concello y presentamos alegaciones porque vimos que incumplía algunos aspectos; no sé cómo se da dinero sin verificar esto. Es como si quiero hacer un hotel en mi casa, se pusieron a arreglar el local sin permiso de la comunidad y ahora se encuentra con esta problemática. Insisto, nosotros vamos a ceñirnos a la ley», añade el portavoz.

Los vecinos ya denunciaron el albergue anterior, lo que dio lugar a inspecciones por parte de la Policía, Local, bomberos y Sanidade y se zanjó finalmente con el cierre.

«Primero era una iglesia y venía gente los domingos, no había problemas, pero después se empezó a meter cada vez más gente. Nos dijeron que iban a ser solo unos meses, pero se fue prolongando, llegaron las peleas, situaciones de insalubridad... Unas instalaciones de ese tipo tienen que estar bien acondicionadas y tener un buen mantenimiento. No vale cualquier cosa», añade Rodríguez.

Los denunciantes cuentan con el apoyo de la asociación de vecinos de O Calvario. Su presidente, Raúl Fontán, matiza que se trata de un tema muy delicado y que no se oponen al albergue, sino a un albergue que incumpla la ley o que deteriore el entorno, sea este u otro servicio. «Si la cumple no hay problema, porque es necesario. De hecho, cuando los vecinos vinieron a vernos fuimos a hablar con los responsables del albergue para mediar entre ambas partes e intentar equilibrar la situación», indica Fontán.

Las obras de reforma del albergue de Dignidad finalizaron el pasado verano, pero las instalaciones continúan cerradas, pese a la insuficiencia de plazas en la ciudad. La rehabilitación integral no ha sido suficiente y su reapertura sigue a la espera de permiso. Uno de los mayores escollos a los que se enfrenta es a la construcción de una rampa de acceso, al no poder modificar la estructura exterior. El número de plazas previstas ronda la veintena, menos que en las dependencias anteriores al tener que sacrificar espacio para otras dotaciones.