La huelga de la zona azul, 90 días enquistada

VIGO

Oscar Vázquez

La inspección de trabajo fracasa en su intento de mediación al no haber acuerdo entre las partes

29 nov 2018 . Actualizado a las 15:24 h.

90 días después del paro indefinido de los trabajadores de la zona azul, la situación sigue enquistada entre la patronal y los sindicatos y no se vislumbra una salida a corto plazo. El último intento para buscar una salida fue la mediación en la Inspección de Trabajo a petición de la empresa, pero ha sido un fracaso. Ambas partes se reunieron con el jefe de inspección, José María Casas de Ron, pero no lograron ningún acuerdo. Fueron cuatro horas el viernes, cinco el lunes y seis ayer que no sirvieron para nada.

La empresa Dornier se opone a la readmisión de siete trabajadores que fueron despedidos, que es lo que le pide la plantilla para levantar la huelga. Los representantes de los trabajadores plantearon otra medida para disminuir los costes de personal. Propusieron bajas incentivadas y prejubilaciones de aquí a cinco años. El portavoz sindical cree que, de esta forma, la plantilla podría disminuirse hasta en 12 trabajadores, pero la concesionaria no lo acepta. El inspector de trabajo no tuvo ayer más remedio que firmar un acta de no acuerdo, un hecho inédito en su carrera profesional, según ha indicado esta mañana el representante de los trabajadores. Los trabajadores, que ya protagonizaron un encierro en las dependencias municipales y que llevaron a cabo una huelga de hambre, mantienen su encierro de 24 horas en las instalaciones de la empresa de la calle Pracer.

El Concello, la solución

Los operarios ahora vuelven a mirar hacia el Concello en busca de una salida a su situación y una vez que han demostrado su voluntad de negociar. Pero el portavoz del gobierno, Carlos López Font, que ha comparecido hoy en una rueda de prensa para valorar el pleno de ayer, sigue sin ofrecer plazos. Expuso el argumento que lleva repitiendo desde las últimas semanas y que los trabajadores ya están cansados de escuchar: «desde el punto de vista del Concello es de un a complejidad muy importante y continuamos con el expediente. Se tomarán las medidas en función de los informes jurídicos que se consideren», ha dicho esta mañana. Para la portavoz popular, Elena Muñoz, la falta de arreglo es «una muestra de la nula humanidad del alcalde». Lamentó que Caballero se sume a causas ajenas al Ayuntamiento y que, en este caso, «les de con la puerta en las narices a los trabajadores».

Mientras tanto, los ciudadanos continúan sufriendo las consecuencias del paro, librándose de pagar en las zonas azules, pero también sufriendo una menor rotación de vehículos en el centro urbano, lo que pone aún más difícil la ya de por sí complicada tarea de encontrar una plaza libre donde aparcar. Las máquinas expendedoras ahora precintadas están dejando de ingresar un promedio de 11.000 euros diarios, según las estimaciones de los trabajadores.