España y Portugal podrán cruzar 25 kilómetros la raia para apagar fuegos

J.R. VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Los gobiernos de ambos países renovaron el anterior acuerdo fronterizo, de 1992

09 dic 2018 . Actualizado a las 13:30 h.

La reiterada presencia de incendios forestales en el sur de Galicia y el norte de Portugal fue tratada en la trigésima cumbre hispano-portuguesa celebrada la semana pasada en Valladolid. La superficie arrasada desde hace años por estos frentes implica la toma de decisiones para frenar los que aún están por venir. El objetivo es facilitar el trabajo de ambos países, ya sea coordinados o por separado. De ahí que una de las novedades acordada flexibilice el acceso de ambas naciones, a través de la raia, hasta un máximo de 25 kilómetros.

El acuerdo firmado en Pucela lo expone así: «Dentro de las zonas fronterizas [...] se observa que no se están llevando a cabo trabajos de extinción por parte de las autoridades del país afectado que se encuentren a menos de 25 kilómetros de la frontera y cuyas condiciones de propagación (viento, relieve o material combustible) hacen previsible una muy alta probabilidad de que el incendio pase de un país a otro en un corto período de tiempo».

Se deja fijado también que en los casos de emergencia en zonas fronterizas, las autoridades competentes para la gestión de solicitudes de asistencia y socorro (y la prestación de los mismos) son los comandantes de distrito de localidades portuguesas vecinas y la subdelegación del Gobierno en las provincias españolas. «Estos últimos actuando en coordinación con la autoridad competente de la comunidad autónoma correspondiente». La Administración afectada en la orilla lusa del Miño es la Autoridade Nacional de Protecção Civil. En Galicia será la Dirección Xeral de Protección Civil e Emerxencias y en Madrid el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Funcionarios de los distritos forestales portugueses, de la subdelegación del Gobierno en Pontevedra y Ourense y la Xunta tienen ahora la tarea de coordinar los mapas de riesgo de incendios forestales, además de hacer un catálogo de medios y recursos disponibles y ubicar, para fines de asistencia, las localizaciones de las últimas y más importantes emergencias. Sobre el papel, «el plano definirá el procedimiento para la coordinación entre los responsables de dirigir las operaciones de combate a los incendios transfronterizos a ambos lados de la frontera».

Lo que está por ver, y solo es cuestión de tiempo, es si toda la teoría plasmada en la renovación del último acuerdo hispano-luso (firmado en 1992) sobre protección civil e incendios forestales no queda en un memorando más de buenas intenciones. Un conjunto de ideas que nunca llegan a ejecutarse y que, al menos en este caso, aún tiene que pasar el filtro de la comisión internacional de límites geográficos entre España e Portugal.