El alcalde de Vigo avisa de que el único plan B es el paraguas
24 nov 2018 . Actualizado a las 20:26 h.Vigo mira el cielo esperando la ausencia de lluvia para que esta noche miles de personas puedan disfrutar en la calle del espectáculo de luces y música previsto para la inauguración del alumbrado navideño.
El Concello decidió ayer retrasar hora y media el inicio del acto para asegurarse mejor de que la lluvia no acabará aguando la fiesta. Lo hizo después de asesorarse con meteorólogos que han predicho que a partir de las ocho y media de la tarde la posiblidad de lluvia es muy escasa, aunque las precipitaciones no han cesado en todo el día. Sí o sí, el alcalde, Abel Caballero, apretará el botón rojo a las nueve en punto de hoy en la Porta do Sol. «La decisión está tomada. Nuestro plan B es el paraguas», aseguró ayer el regidor. «Sé que en algunos lugares de trabajo nos lo van a agradecer porque ya habrán cerrado y podrán venir al centro de la ciudad a presenciar un encendido magnífico y excepcional», asegura Caballero.
Las personas que se acerquen esta noche para presenciar el encendido de las luces de Navidad deberán hacerlo a pie porque el tráfico estará cortado. Los vehículos no podrán circular desde el Paseo de Alfonso, pasando por la calle Elduayen, Policarpo Sanz, Colón y Urzaiz hasta la confluencia con la Gran Vía. El tráfico también estará restringido en la rotonda de Rosalía de Castro. Habrá autobuses lanzadera desde las nueve de la noche que saldrán desde el Paseo de Alfonso, García Barbón, Praza do Rei y Praza de España para permitir que los ciudadanos puedan acceder a las paradas ordinarias para regresar a sus domicilios.
90 agentes de la Policía Local, 10 efectivos de bomberos con tres vehículos, cien voluntarios de Protección Civil, ambulancias, un puesto médico y un punto de encuentro forman parte del plan municipal de seguridad. Las personas con movilidad reducida tendrán un espacio reservado cerca del árbol de la Porta do Sol.
El Concello prevé una masiva afluencia de ciudadanos e instalará seis pantallas gigantes para que todas aquellos que no puedan acceder a la Porta do Sol sigan la retransmisión en directo por televisión.
