El vigués cierra una temporada muy positiva que pudo ser mejor de no haber sufrido caídas
26 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El triatleta Antonio Serrat (Vigo, 1995) acaba de poner el punto y final a una temporada de crecimiento y de la que hace un balance altamente positivo pese a que no ha estado exenta de dificultades. Por primera vez ha participado en tres series mundiales y ha completado su temporada más larga. Ha habido caídas, lesiones y pruebas a las que ha tenido que renunciar por esas circunstancias, pero sobre todo un gran aprendizaje.
-Recién finalizada la temporada, ¿qué sensación le deja?
-Estoy contento deportivamente con este año. Es verdad que ha habido circunstancias que han marcado la temporada más de lo que me gustaría, con lesiones, caídas que me privaron de estar en otras pruebas en las que tenía la oportunidad de participar o que me impidieron llegar mejor preparado a otras. Pero son cosas que suceden en el deporte y en lo que te tienes que centrar es en dar lo mejor en cada carrera a la que puedas ir.
-¿Le queda la espina de cómo hubieran ido las cosas sin esos contratiempos?
-Sí, me quedo con ganas de más, pero para eso quedan los próximos años de mi trayectoria para intentar mejorarlo si puedo. Te queda la espina de estar todo el año preparando una prueba con aspiraciones a cosas y luego surgen situaciones que a veces se pueden evitar y otras no. Para evitar una caída en bici tienes que tener cuidado, pero aun así hay días que te toca sin saber por qué y no puedes dejar que te hagan perder la confianza.
-¿Por qué etapas ha ido pasando a lo largo del año?
-Cuando me sentí mejor fue al principio, con las copas de Europa y la primera serie mundial de Japón. Ahí me encontraba bastante bien. Y luego tuve otro buen tramo entre el Mundial sub-23 y la Copa del Mundo de China. Pero sí que es cierto que nunca había hecho una temporada tan larga y este mes de octubre se me hizo cuesta arriba. Tenía ganas de entrenar y a la vez notaba que me costaba alcanzar mi nivel por el cansancio acumulado. Me levantaba y era como a lo Chiquito de la Calzada, dando pasitos cortos (risas). Necesitaba parar.
-¿Dónde se ve con margen de mejora de cara al futuro?
-Quiero pensar que tanto en la natación como en la bici y en carrera puedo seguir creciendo. Creo que tengo que trabajar aspectos técnicos, de fuerza, de ritmo. Y también en lo que está detrás de una prueba: la estrategia de carrera, la colocación, estar tranquilo los días antes y que no te afecte en el rendimiento. Todas esas cosas creo puedo hacerlas mejor.
-¿Qué es lo mejor que se lleva de este año?
-La oportunidad de participar en tres series mundiales, que son las pruebas de mayor nivel. Siempre quieres hacerlo bien, pero solo con ir aprendes mucho de los días previos, los procedimientos de las carreras, la atención con que se vive, con mucho más público. Si acompañan los resultados, mucho mejor, pero la experiencia en sí misma te da un gran aprendizaje. Y también he aprendido de las lesiones, que ya que hay que pasarlas, que te enseñen que cuando caes hay que levantarse.
-¿Siente presión por ser visto como una de las promesas del triatlón español?
-Me alegra si hay quien piensa eso, pero tengo que centrarme en el objetivo de estar entre los mejores del mundo y para eso tengo que tener los pies en la tierra y trabajar duro. Quizá podría conseguirse, pero para eso no puedes dormirte.
La temporada, prueba a prueba
Copas del Mundo de Gran Canaria, Quarteira y Melilla: «Fue la parte del año en la que mejor me sentí. Gracias a esos resultados conseguí plaza en mi primera serie mundial del año».
Serie Mundial de Japón: «Quedé undécimo con gente de mucho nivel y me abrió las puertas de otras series mundiales y Copas del Mundo».
Copa del Mundo de Italia: «Ahí se torcieron las cosas porque el día antes tropecé, tuve un esguince y no pude correrla».
Serie Mundial de Leeds: «Para llegar tras una semana sin correr y llegando justo, peleé todo lo que pude y fui decimoctavo. Me quedé contento».
Juegos del Mediterráneo: «Fui segundo, empezando a olvidar un poco el tobillo. Pero justo después volví a caer entrenando, solo rascazos, pero profundos».
Campeonato de España por comunidades: «Volvía a caer, me hice daño en la cadera y se abrieron las heridas que tenía del percance anterior».
Copa del Mundo de Hungría: «Era una carrera especial, con semifinales. Pude pasar, pero en la final se torcieron otra vez las cosas, con una caída en una curva y haciéndome daño donde ya lo había sufrido semanas antes. Fueron cortes profundos en la tibia y pusieron seis puntos. Eso me privó de la serie Mundial de Hamburgo y otras pruebas a las que podía haber ido».
Serie Mundial de Canadá: «Intenté recuperarme lo mejor posible después de haber estado parado y fui décimo».
Mundial sub-23: «Sin tener las mejores sensaciones, estoy satisfecho de ser octavo».
Copa del Mundo de China: «Conseguí la segunda plaza volviendo a recuperarme».
Copas del Mundo de Florida y Ecuador: «Noté ya los meses de competición y que la temporada se me hacía ya demasiado larga. En pruebas de este nivel, si no estás bien, lo pagas, y fui 40 en Estados Unidos y undécimo en Ecuador»