«El uso de exoesqueletos se generalizará en las fábricas de coches en dos años»

l. carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

El ingeniero Israel Benavides, asesor de Ford Europa, diseña las ayudas que facilitan el trabajo de los operarios

20 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No es el padre de Robocop, pero trabaja para conseguir algo parecido. Israel Benavides (Santa Clara, Cuba 1966), asesor de Ford Europa, se formó como ingeniero nuclear en Moscú y desde 1992 trabaja en Alemania, donde se ha convertido en un experto en ingeniería ergonómica. En concreto, está desarrollando exoesqueletos para facilitar el trabajo en la industria automovilística. Son una especie de brazos articulados que ayudan a que los de carne y hueso no se cansen. Ayer fue ponente en el congreso sobre riesgos laborales organizado por Ageinco y el Issga.

-El objetiov de los exoesqueletos es evitar lesiones laborales. ¿Cuánto cuestan estas?

-Cuarenta y cuatro millones de trabajadores europeos sufren anualmente lesiones por sobrecarga muscular. Los fármacos y terapias para tratarlos cuestan al año 240 millones.

-En la automoción hay muchos problemas de este tipo.

-Estar todo el día debajo de un coche atornillando piezas origina problemas.

-Pero hay robots...

-Los robots colaborativos no pueden emplearse siempre y a veces no trabajan al ritmo que necesita la industria.

-¿Cómo es un exoesqueleto?

-Estamos probando de dos tipos, unos para los hombros y otros para la cadera. Estamos ensayando con 12 prototipos.

-¿Hay que emplearlos siempre?

-El exoesqueleto hay que emplearlo cuando se han agotado otras medidas ergonómicas. Es el plan B.

-Los primeros eran muy pesados.

-Los primeros pesaban cinco kilos y resultaban muy cansados para el operario. Ahora estamos probando unos que pesan solo dos kilos y están dotados de sensores.

-¿Los trabajadores se adaptan bien?

-Es muy importante la opinión d e los operarios. Al principio solo el 40 % de los trabajadores aceptaban los exoesqueletos, ahora el porcentaje ha subido al 80 %.

-Ahora están en pruebas. ¿Cuándo se implantarán de modo general?

-Estamos con estudios a medio plazo. En dos años su uso estará generalizado.

-¿Cuánto cuestan?

-Entre 3.000 y 6.000 euros, depende del modelo.