Detenido un hombre que intentó llevarse 250.000 euros de un furgón de seguridad en Vigo

E.V.Pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Óscar Vázquez

El hombre, de edad avanzada, iba sin documentación y se investiga si preparó el golpe o fue espontáneo

17 oct 2018 . Actualizado a las 13:48 h.

Parece un robo de película. Si llega a salir bien, sería para contarlo a los nietos. Un hombre que pasaba cerca de un banco de Vigo agarró una saca con 250.000 euros aprovechando el despiste de unos guardias de seguridad de un furgón blindado que cargaban con dinero un cajero automático. El hombre echó a correr con el dinero, pero tuvo que tirar la saca al ver que varios agentes le cortaban el paso. Iba sin documentación y la policía rebusca en su pasado para ahondar en su perfil.

Los agentes del grupo de atracos de la Brigada de Policía Judicial indagan sobre el perfil del implicado. Se preguntan si el detenido es un ciudadano desesperado que vio la oportunidad de su vida al coger una saca con 250.000 euros pensando que eso le iba solucionar un retiro dorado. O si, más bien, se trata de un profesional que había estudiado muy bien el escenario días antes, conocía los hábitos de los guardias y quizás incluso contaba con cómplices que lo esperaban cerca para recogerle con el botín. Los interrogatorios y el visionado de cámaras intentarán aclarar si se trata de un atracador histórico.

El implicado está en los calabozos y se niega a cooperar para identificarse, por lo que la Policía Científica ha tomado sus huellas dactilares para localizar su nombre en la base de datos. Oficialmente no hay nombre ni edad.

Una testigo describió al detenido, que salió esposado de la sucursal, como un hombre mayor, «de mucho más de 50 años», que iba muy bien vestido, con un jersey de rayas. No daba la impresión de ser un maleante, sino un ciudadano de buena posición.

El intento de hurto fue a las 10.55 horas a la altura de la sucursal de ING, en la llamada esquina de los bancos, en un cruce de la calle Colón. Un furgón blindado de Prosegur aparcó en la acera y se apearon los vigilantes. Cuando iban a hacer una reposición en el cajero, les quitó una saca. Iba desarmado y, legalmente, no es un atraco, sino un hurto al descuido.

Pero patrulleros de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) que pasaban por allí, al activarse la alarma del banco, salieron corriendo tras el sospechoso. Al ver que un policía se dirigía hacia él, tiró la saca al suelo y escapó pero, poco después, lo capturaron.