Ganar «por lo civil o lo criminal», condición para que Otero siga

M. V. F. VIGO

VIGO

OSCAR VíFER

El presidente del Rápido, colista, supedita el relevo a lo que ocurra el domingo

11 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Rápido se enfrenta este domingo al Burgos en el Baltasar Pujales en un partido «decisivo». Lo califica así el presidente del club, Manuel Seoane, y lo sabe de sobra su técnico, Jorge Otero, con el que tras ocho jornadas los aurinegros son colistas de Segunda B con un punto fruto de un 0-0 y sin haber marcado un solo gol. Las partes mantuvieron ayer una reunión en la que se pusieron las cartas sobre la mesa: el nigranés ya sabe que «si las cosas no cambian» en el próximo compromiso, cesará en el cargo. «Hay que ganar por lo civil o lo criminal», agrega.

«No se trata exactamente de que si no gana lo echemos, no es un ultimátum, es una situación extrema. Queremos ver un cambio, que haya goles, otra actitud», desgrana Seoane, que está convencido de que hay equipo para mucho más y lamenta que «no hay derecho» a tener que verse así. «Somos un equipo modesto, lo del año pasado fue un milagro, pero una cosa es eso y otra estar como estamos, sin un solo gol», analiza.

Seoane y su directiva tenían la idea de haber relevado a Otero ayer mismo. Él les convenció. «Es muy cabezota, y también es una persona honrada y capaz», le elogia el máximo responsable del Rápido. Lo que no quita para que sea responsable de lo que está ocurriendo. «No digo que toda la culpa sea suya. También puede ser mía por todo lo que he fichado, incluido él», desliza. Considera que la situación es fruto de «un cúmulo de circunstancias», pero que llegados a este punto, el cambio en el banquillo será ya una obligación si la dinámica no cambia el domingo. «Tiene que espabilar, o espabilar a sus jugadores», pide.

El discurso de Otero preocupa en el Rápido. El entrenador sostiene que están en el buen camino y que los resultados llegarán. Seoane discrepa: «Hay que hacer autocrítica. Tiene que haber algo que no se está haciendo bien. Y él está obcecado en lo contrario», valora. La apreciación personal del presidente es que el equipo «no está bien físicamente» y también que quizá la táctica elegida no sea la idónea para el plantel del que disponen. Aclara que son posibilidades y que él puede no estar en lo cierto, pero que lo que cree que no se puede dudar es que hay cosas que deben cambiar.

Remontar con o sin él

Seoane está seguro de que el equipo no está rendido y va a «remontar seguro», pero duda de vaya a ser posible ?como todos en el club desearían? sin un cambio en el banquillo de por medio. «Yo creo que no, pero espero que sí», se sincera. La confianza es «limitada como el fútbol y como la vida», y en caso de no ocurrir el domingo lo que todos anhelan, ya no habrá vuelta atrás.

Tras las cuatro primeras jornadas, se planteó la posibilidad del cambio, pero les parecía pronto. Ahora consideran que ya no se puede esperar más. «Nosotros hemos sido muy importantes en su carrera. Le pusimos en la pista de despegue y no queremos matarlo ahora. Ojalá lo consiga». De no ser así, confiesa que una veintena de técnicos se les han ofrecido. «Si nos llaman es porque piensan que podemos salvarnos», finaliza.