El vigués, que acaba de ser segundo en la Copa del Mundo de Wwihai, ha dado el salto este curso
13 oct 2018 . Actualizado a las 17:41 h.Décimo en la cita de las World Series de Montreal, undécimo en la de Yokohama, segundo en la Copa del Mundo de Weihai, octavo en el Campeonato del Mundo sub-23, plata en los Juegos del Mediterráneo... y mucho más. El 2018 está siendo el año de la confirmación de Antonio Serrat (Vigo, 1995), un triatleta que ha despedido el verano como número 18 del mundo en el ránking de la clasificación olímpica y que es el deportista que da a España su tercera plaza para los Juegos.
El momento
El último año en sub-23
Aunque por edad Serrat todavía es sub-23, ya compite en muchas de pruebas absolutas. Esta temporada comenzó con resultados muy notables en las Copas de Europa que le abrieron las puertas de las Series Mundiales y el Campeonato del Mundo. «El salto de Antonio yo sí lo esperaba, pero no sabía si se iba a darse este año o el que viene», explica su entrenador, Omar González. «Su progresión en tiempos de natación, bici y carrera había sido excepcional. Teníamos todas las piezas y había que configurar el puzle», describe. Dejó atrás el top-20 en las carreras de las Series Mundiales para asomarse ya al top-10, como en Montreal, y esa es la prueba del algodón.
Lo que le distingue
Ideas claras y entrega
Omar, entrenador también de Gómez Noya, lleva cuatro años trabajando con Serrat y le conoce bien. «Tiene un don: la capacidad de sacrificio y esfuerzo día a día. Muchas veces le decimos que es un robot, que es una máquina que nunca falla, lo hace todo bien, con gran determinación, un día malo suyo es un día normal de otra persona». El triatleta vigués tiene una madurez casi impropia de su edad. «Es muy difícil encontrar a un chico de veinte años que tenga tan claras las cosas como él. Dice que quiere dar lo mejor de sí y actúa en consecuencia. Está todo el día cuidando la alimentación, los estiramientos, los entrenamientos, todo, para lograr ese rendimiento». Generalmente, cada triatleta tiene un sector en el que es especialista, pero Serrat no. «Lo domina todo, tiene unas marcas muy buenas en las tres especialidades», y ahora están esforzándose en carrera a pie, que es donde se resuelven los triatlones.
Lo que viene
¿El futuro Gómez Noya?
Aventurarse sobre el futuro puede ser atrevido, pero es inevitable preguntarse si Serrat puede ser el próximo Gómez Noya. «Antonio ha tenido una progresión muy grande. Cuando estaba en júnior había otros triatletas españoles que hacían mejores resultados que él. Ahora ha sido el mejor español sub-23 en el Mundial. Hay más gente, está empezando su carrera, pero a día de hoy los resultados dicen que puede ser el futuro del triatlón español, teniendo en cuenta que todavía tenemos a un Mario Mola, que tiene 27 años, que es presente y futuro. Antonio es cuatro años más pequeño, es la siguiente generación».
El sueño olímpico
Mejorar, y luego se verá
Los retos más inmediatos de Serrat son las pruebas de Sarasota (EE.UU.) y Salinas (Ecuador), de las Copas del Mundo. Luego se tomará un merecido descanso para retomar con más ganas el próximo año. «Será el primero en el que estaremos orientados al 100 % hacia las series Mundiales y al ránking de clasificación olímpica. El único objetivo es mejorar al máximo para ser mejor triatleta», avanza Omar. Cuando se le pregunta por Tokio 2020, el entrenador reconoce que «tenemos nuestras opciones y vamos a alimentarlas, pero sabemos que Antonio todavía se está formando y que su gran objetivo seguramente sería el 2024. Pero si llegamos con la experiencia previa de Japón sería increíble».
Fruto de las escuelas
Un triatleta desde el inicio
Óscar Surís, presidente de la Federación Galega, no escatima en elogios para Antonio Serrat, al que ve como el gran exponente del trabajo que realizan. «Antonio es nuestro mejor estandarte porque es el producto prototípico de las escuelas deportivas de triatlón en Galicia», describe, «que esté en el ránking ITU de 20 de mundo es espectacular». Surís coincide en que «tiene una progresión y un futuro, y ya es presente en el triatlón gallego. Es muy serio entrenando y tiene muy claro lo que quiere». El deportista vigués ha dejado de ser un proyecto y ya es una realidad.