El tramo de verja robado fue fabricado por Sanjurjo Badía en 1905

j. l. VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

18 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Antonio Sanjurjo Badía era uno de los clientes habituales del balneario de Mondariz a finales del siglo XIX. Era amigo de Enrique Peinador Vela, fundador del centro. Cuando este inició la expansión de sus instalaciones, contó con la colaboración del propietario de la fundición La Industriosa para embellecer el manantial de la Gándara.

Poco antes de que Antonio Palacios y Joaquín Otamendi emprendieran la construcción del actual templete que acoge el manantial, Sanjurjo Badía confeccionó dos elementos metálicos que pretendían embellecer el lugar. Para el espacio superior, la fundición viguesa confeccionó una marquesina, mientras que para acceder a las aguas, se creó una verja,

Parte de ese elemento fue cortado y robado por unos ladrones el pasado lunes. Solo la acción rápida de la Guardia Civil impidió que estos desvalijadores pudieran completar su venta para su posterior fundición. Ya lo había hecho en otras ocasiones en otros lugares.

Hubiera sido una pérdida irreparable. Porque el asalto supone una profanación a un conjunto artístico que goza de protección integral por parte de la Dirección Xeral de Patrimonio, no en vano, la parte arquitectónica fue realizada por Palacios y Otamendi, con la intención de crear un templo a la salud y el refinamiento.

Además, la reja de acceso al manantial fue utilizada por grandes personajes de la historia, como el millonario norteamericano Rockefeller; el premio Nobel de Literatura, José de Echegaray; el presidente de la Primera República, Emilio Castelar; la gran escritora y pionera del feminismo, Emilia Pardo Bazán; y, entre otros, el dictador Miguel Primo de Rivera.

Es un elemento que trasciende su valor material, que también es grande debido a que ese tipo de forjados ya no se realizan en la actualidad. Su integración en el entorno es completa.