La velutina pone en riesgo la respuesta a otras emergencias en O Val Miñor

Monica López Torres
mónica torres NIGRÁN / LA VOZ

VIGO

CESAR QUIAN

Solo hay dos bomberos operativos por retén y 25 nidos en lista de espera para retirar

16 ago 2018 . Actualizado a las 06:00 h.

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Bomberos

En cada retén hay dos de guardia durante 24 horas

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Nidos pendientes

Se priorizan los que estén en propiedades de alérgicos.

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Desde enero

Hay días que reciben hasta diez avisos.

No se puede estar en misa y repicando. Esta sabiduría popular es la misma que aplica el Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de O Val Miñor. Entre sus funciones está la retirada de nidos de velutina, pero las cuentas no salen. «Si estamos en la base, nuestro tiempo de reacción no llega al minuto desde que recibimos un aviso. Es solo colocar el traje, porque los calderines (los frenos de los camiones van por caldera) los tenemos siempre llenos», explica Rosi Pereira, una de los doce miembros de la agrupación miñorana.

Ninguno de ellos tiene problema alguno por asumir también la retirada de los nidos de avispa, pero el tiempo juega en contra y quieren advertirlo. «Si estamos retirando un nido hay que descontar minutos de respuesta que pueden ser vitales, porque hay que volver a la base desde donde estemos desplazados en cualquier punto de O Val Miñor, cambiarnos y coger el camión», advierte. Hace un mes perdieron diez minutos por este motivo. Les llamaron por un incendio en un galpón en la parroquia gondomareña de Camos pero ellos estaban retirando un nido así que, aunque salieron inmediatamente a la emergencia, el tiempo de respuesta volvió a jugar en contra. «Depende de cada caso pero, por ejemplo, en un incendio, ese tiempo puede significar que arda una cocina o que lo haga la casa entera», explica.

La aparición de nidos se triplica durante el verano, a la par que la población de los tres municipios que atienden. Además, desde es sabido que la prioridad a la hora de retirar o neutralizar nidos es acudir a las llamadas de afectados con alergia a las avispas, se ha multiplicado también el número de personas con este problema. «Nosotros no podemos saber si es verdad o no que sean alérgicos, solo aplicamos el protocolo y ellos requieren la prioridad», indica Rosi Pereira.

Los números hablan por sí solos. En cada retén hay dos miembros del GES con 24 horas por guardia y, en verano, cuando las incidencias y servicios se disparan por la población flotante y las actividades propias de la época, esas dos personas tienen que compaginar la retirada de los nidos con las emergencias. El resultado hasta la fecha no es tan negativo como advierten con el aviso ya del incendio de Donas, pero a día de hoy, aún tienen en lista de espera 25 nidos para anular o quitar y la recta final de la temporada alta en la comarca.

Ellos mismos apuntan una posible solución y es que, durante estas fechas y, entre lunes y viernes, la Mancomunidad de O Val Miñor asuma horas extras del personal de descanso «para que el retén pueda ir a las emergencias, que es lo prioritario. Perdemos hasta media hora ante una intervención al no estar en base y cambiar los equipos, los trajes y el vehículo en función de dónde estemos actuando con los nidos», insiste la delegada sindical.