Suso González, a por su vigésimo mundial

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El deportista tudense, que se estrenó en el 1996, sigue sumando a los 44 años

24 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El remero Suso González (Tui, 1974) apunta a su vigésimo mundial. Un hito al alcance de muy pocos y que le llega 22 años después de su primera participación en una de estas citas, en 1996. Ni el transcurso de los años ni las lesiones pueden con el integrante del Club Remo do Miño, que pese a haber sufrido una fisura en una costilla en el mes de marzo -«un momento clave de la temporada»- que limitó sus entrenamientos a la bici, se incorporó ayer a la concentración previa a la cita que se celebrará en Ploddiv (Bulgaria) entre el 9 al 16 de septiembre.

Curiosamente, fue después de su debut, en los años 1997 y 1998, cuando por decisiones técnicas se quedó fuera de los mundiales. Desde entonces, los ha disputado todos de manera consecutiva, en casi todas las categorías posibles y con logros dispares. «El mejor resultado fue el subcampeonato del 2006 en el dos sin ligero y la mayor decepción igual al año siguiente, cuando teníamos un bote con mucho potencial en el 4 sin con vistas a Pekín. Había mucha calidad y vatios y siempre nos quedará la espina de por qué no anduvimos bien», rememora.

Pero pesan más los recuerdos positivos y, sobre todo, el conjunto de participaciones que amplían su leyenda como deportista de récord. «Es cierto que es algo muy inusual, está claro que soy un caso raro», asume González. En el secreto para haberlo logrado hay mucho de esfuerzo y sacrifico diario, pero sobre todo otro ingrediente sin el que no duda de que no hubiera sido posible. «Como mínimo tengo la misma ilusión que los jóvenes y que cuando yo mismo era joven. Lo que ha cambiado en este tiempo es que el remo es mucho más profesional, hay mucha más gente que se puede dedicar a ello. ¡Y que a mis rivales cada vez les llevo más años!», relata.

De hecho, los que apuntan a ser sus compañeros en el 4 scull -competirá en la misma categoría en la que debutó en 1996- serán todos veinteañeros e incluso puede que algún sub-23. «Las expectativas son muy buenas. Creo que podemos hacer un buen papel y meternos en la final, aunque también va a depender del trabajo que hagamos desde ahora».

El tudense continúa sin pensar en la retirada de manera firme, pero al mismo tiempo sigue con la misma filosofía que ha guiado sus pasos en los últimos tiempos. «Planteo cada año de mi carrera deportiva como si fuera a ser el último. Cuando termina, parto de cero», señala. No oculta que cada curso es más difícil, tanto porque a él le va costando más como porque el nivel que le rodea sube. «Pero me encuentro bien y quiero seguir arañando».

Quitando concentraciones como la que acaba de comenzar, es de los pocos remeros españoles de élite que entrena solo y lo compagina con su trabajo. «Es duro, pero la ventaja es que con la experiencia sabes dosificarte y cómo rendir en cada entrenamiento para estar al nivel».