El jardín botánico que organiza eventos para seguir con vida

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

La Fundación Sales ofrece campamentos, conciertos o charlas

20 jul 2018 . Actualizado a las 16:27 h.

El jardín botánico que tiene la Fundación Sales en la avenida de Europa es una de las joyas de la naturaleza de Vigo. En sus 6.000 metros cuadrados de superficie habitan más de 900 especies vegetales llegadas de todos los rincones del planeta. Pero el mantenimiento de esta zona verde es exigente y la cuota que abonan los visitantes no basta para cubrir gastos. La crisis estuvo a punto de dar al traste con esta aventura iniciada por la familia Sales en los años 60 y obligó al patronato a convertir el vivero de plantas en un jardín botánico. Pero como el negocio tampoco terminaba de arrancar aprovecharon la belleza del lugar para lanzarse a la organización de eventos. «Aunque son pequeñas cantidades, todas juntas contribuyen a financiarnos», reconoce la directora del jardín, Elizabeth Taylor.

Durante estos días, la parcela de la Fundación está llena de niños que participan en los campamentos de verano. Los menores pasan el día descubriendo plantas, aprendiendo a respetar y cuidar la naturaleza y divirtiéndose con toda clase de juegos. «Nuestro próximo proyecto será una escuela de arte para mayores de 16 años con una pintora de Vigo», desvela Taylor, de origen británico aunque vive en la ciudad olívica desde hace décadas. No son las únicas actividades que se organizan dentro de los muros del jardín botánico. Sesiones de baile, cursos de yoga, clases de inglés, talleres sobre el cultivo de setas o fiestas de Navidad. «Muchos niños creen que Papá Noel vive aquí», bromea la directora. Esta noche la Big Bang Band dará un concierto en el jardín y el 3 de agosto prevén organizar un festival benéfico llamado Alkabulan, un ritual africano para proteger los montes.

A pesar del amplio abanico de actividades que organizan desde la Fundación, el jardín sigue teniendo grandes necesidades. Desde el patronato se marcaron como objetivo la catalogación de todas las especies, para lo que buscan ayuda. «Necesitaríamos un patrocinio para poner todas las plantas con su nombre porque es caro», señala Taylor. Además, también les vendría bien ampliar la superficie de la finca para organizar mejor los especies. Una de las fincas colindantes está a la venta por 150.000 euros, pero «para nosotros es una fortuna, sería fantástico que alguien nos la regalase», deja caer Elizabeth Taylor, empeñada en mantener el legado de su amigo Sales.