«Dar el salto me obligó a crecer»

Míriam Vázquez Fraga VIGO / LA VOZ

VIGO

XOÁN CARLOS GIL

Acaba de terminar su primera temporada en la máxima categoría del voleibol español a los 17 años

29 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La carrera de Sara Urrea avanza a ritmo de vértigo. Con solo 17 años, acaba de poner fin a su primera temporada en Superliga 1, compaginando el primer equipo del Haris de Tenerife con el juvenil. La canterana del Xuvenil de Teis hizo las maletas hace un año y ahora puede decir satisfecha que eligió el momento idóneo para dar el salto. Incluso a pesar de que en este tiempo ha tenido que afrontar la primera lesión importante de su trayectoria. Otro obstáculo para seguir madurando.

-¿Cuál es el balance de su primer año fuera?

-Ha sido una temporada de nuevas experiencias, con un cambio de Liga bastante grande. Es la máxima categoría que hay en España y el salto se nota. Los resultados fueron buenos tanto en juveniles como en Superliga, pero a la vez tuve mi primer tropiezo en forma de lesión.

-¿Cómo sobrellevó estar parada casi dos meses por esa rotura de ligamento cruzado?

-Era la primera lesión de importancia en mi carrera, ya que solo había tenido esguinces, y no fue fácil. Me sirvió para aprender y madurar mucho. Tenía unas ganas tremendas de jugar y lo pasé mal. Psicológicamente es donde más te afecta porque si no te dedicas a esto te quedas en tu casa recuperándote, pero yo iba a entrenar todos los días.

-¿Sintió que frenaba su progresión?

-Completamente. Fue a final de año y no pude volver a jugar hasta febrero, así que cuando cogí el ritmo de nuevo ya casi estábamos a final de temporada. Te lleva su tiempo volver a sentirte igual después de un parón así.

-Acaba de renovar por otra temporada. ¿La afronta más motivada incluso tras lo vivido?

-Sí, creo que voy a empezar con muchísima fuerza. Quiero seguir aprendiendo y superándome como jugadora y, aunque tuve otras opciones como pasa siempre en este mundo del deporte, quise renovar porque el Haris me parecía la mejor posibilidad para continuar mi progresión.

-¿En qué se nota el salto de la categoría de plata donde jugaba con el Xuvenil a Superliga 1?

-El cambio de juego es total. Lo noté mucho en el ritmo y los tiempos. Es un juego mucho más rápido, también más técnico, mucho más avanzado, claramente. No puedo decir que fuera fácil adaptarme, al principio te cuesta, pero con el tiempo fui capaz de coger el ritmo de juego y sentirme muy a gusto.

-¿De qué manera compaginaba primer equipo y juvenil?

-Entrenaba siempre con el primer equipo y dos días a la semana doblaba con las juveniles, con las que disputaba todos los partidos, tanto en Liga juvenil como en la Liga Canaria, donde juegan todas las juveniles para subir el nivel. Y después también iba participando en algunos partidos con el primer equipo.

-¿Ha conocido también una manera distinta de vivir el voleibol?

-Muchísimo. Noté que en Canarias hay mucha más pasión por este deporte, que vas a un instituto y ves gente practicándolo, o te acercas a la playa y la mayoría de la gente está jugando a volei también. En Galicia cada vez se ve un poco más en las playas, pero nada que ver, y si vas a un instituto es rarísimo. En Tenerife se respira un ambiente de volei y el Haris es un club familiar donde los niños están implicados y van a ver todos los partidos. Aquí, por triste que sea, son cosas que no suelen pasar.

-¿Cómo valora su evolución como jugadora con respecto a hace un año?

-Soy mucho mejor en todos los aspectos, tanto psicológicamente como técnicamente. Dar el salto te obliga a crecer, a mejorar sí o sí y dar lo mejor de ti misma para estar a la altura.

-Parece que ha encontrado su sitio en el Haris, ¿se ve muchos años en Tenerife?

-Es muy buen club y no sería mala idea, pero solo miro año a año. Puede pasar cualquier cosa a nivel deportivo o de estudios (ha terminado primero de Bachillerato) que lo cambie todo. La lesión también me ha enseñado eso.