«La piedra tenía una intención despiadada, aviesa y perversa»

VIGO

PITA

Visto para sentencia el juicio contra un ex directivo de la comunidad de Montes de Valadares y tres operarios por el accidente que dejó parapléjico a un ciclista

15 jun 2018 . Actualizado a las 15:48 h.

Visto para sentencia el accidente del monte Alba que dejó parapléjico a un ciclista en septiembre de 2014. La Fiscalía y la acusación particular han ratificado sus peticiones de condena en sus informes finales al entonces vicepresidente de la comunidad de Montes, José Cabezas y a tres operarios. Les hacen responsables de la colocación de la piedra, de unos 200 kilos de peso, en la zona de caída de un salto, contra la que se estrelló el joven, hiriéndose fatalmente. El abogado de la acusación señaló directamente a los tres operarios por haber movido la piedra de sitio y al exvicepresidente de la comunidad de haber dado las órdenes para tal fin. Se basan en la mala relación que existía entre la comunidad de Montes con el colectivo de ciclistas y en personas que vieron subir por la pista a los operarios antes del siniestro.

Tanto el abogado como el fiscal sacaron a colación el contenido de la declaración de un agente de la policía local, que aseguró que el acusado le dijo que “estamos hartos de los ciclistas y hemos tomado medidas”

“Esa piedra tenía una intención de una colocación concreta, estratégica en un punto, una estrategia despiadada, aviesa y perversa porque esa piedra no se veía desde la bicicleta”, ha dicho esta mañana el abogado, para quien la piedra estaba puesta “a modo de trampa”.

La defensa, por su parte, ha pedido la absolución de los acusados por falta de pruebas que acrediten que hubiesen intervenido en el cambio de ubicación de la piedra que ocasionó el siniestro.

La abogada del ex vicepresidente de la comunidad de Montes dijo que el ciclista estaba practicando un deporte de riesgo. “Pudo ser cualquiera, por allí pasa mucha gente”, dijo la letrada. El abogado del operario Raimundo ha dicho que si hubiera colocado la piedra, lo habría hecho cumpliendo órdenes porque cumplía una condena de trabajos en beneficio de la comunidad. No tenía autonomía propia ni conocía el lugar donde estaba trabajando.

Por su parte, el letrado de los otros dos operarios que se han sentado en el banquillo, Miguel y Antonio, ha criticado una instrucción judicial en la que fueron desestimadas pruebas que aportaron. Manifestó que en la comunidad de Montes no había ninguna oposición a la práctica del ciclismo. Acusó de mentir a los testigos.